El PNV ofrece un acuerdo estable al PSE en pleno debate sobre Álava

El PNV sorprendió ayer con una propuesta dirigida al PSE-EE, de manera especial, y al resto de partidos vascos para alcanzar un "acuerdo de estabilidad presupuestaria e institucional". Este auténtico golpe de efecto, que la dirección jeltzale lo atribuye a la necesidad de actuar de manera conjunta ante la situación de crisis económica, coincide con el momento más decisivo de las negociaciones entre PSE y PP para decidir si finalmente acuerdan presentar conjuntamente, antes del próximo 14 de julio, una moción de censura que desaloje al PNV de la Diputación de Álava.

Con esta iniciativa favorable a la estabilidad, decidida ayer durante su habitual reunión de los lunes, el EBB pretende dejar sin argumentos la condición indispensable que el PSE-EE había impuesto para aceptar la moción de censura en Álava que le vienen pidiendo el PP. Se llevaría a cabo si el PNV mantuviera una oposición "destructiva" hacia el Gobierno de Patxi López. Tras esta inesperada maniobra de hondo calado político, en la que los peneuvistas exhiben un espíritu colaborador "que redunde en beneficio de los ciudadanos y ciudadanas de este país y de su tejido económico", según su comunicado, los socialistas tendrán más difícil acusar de "desestabilizador" al primer partido de la oposición.

La propuesta es para diputaciones, ayuntamientos y Gobierno vasco

Con su reacción, el PNV también da oxígeno a la dirección del PSE alavés, que se opone expresamente a todo tipo de acuerdo con el PP sobre la moción de censura. Varios cargos socialistas de este territorio temían en las últimas horas que las insistentes presiones de los populares hicieran mella en Rodolfo Ares y que éste acabara doblegándose. El PSE en Álava no disimula sus serias discrepancias con la línea política que sigue el PP, sobre todo en el Ayuntamiento de Vitoria. De hecho, su alcalde, Patxi Lazcoz, consideraría una "afrenta" que se le obligase a pactar con los populares en detrimento del PNV, partido con quien mantiene "una buena sintonía", y con Xabier Agirre especialmente.

Al decidir afrontar este "esfuerzo", que considera "necesario", el PNV adopta un perfil de opositor "responsable" que se corresponde con los deseos manifestados en el último Euskobarómetro por un porcentaje mayoritario de ciudadanos vascos. De hecho, este contexto de colaboración institucional del PNV sería bien recibido por el propio lehendakari Patxi López, quien ya el pasado sábado recordó que "eso es lo que hace grandes a los partidos que están en la oposición".

Pero, sobre todo, esta oferta "destinada a contar con unas instituciones fuertes y con unos presupuestos adecuados" pilla con el pie cambiado especialmente al PP, que había apretado el acelerador para conseguir que el PSE avalara urgentemente la moción de censura antes de que finalizara este mes el período hábil de sesiones de este verano en las Juntas Generales de Álava.

El EBB, que dedicó su cita de ayer de manera monográfica a la situación económica del País Vasco, adopta en su nueva estrategia una posición conciliadora hacia el resto de partidos y considera que este anhelado "gran acuerdo" debe servir para "aunar los esfuerzos de ayuntamientos, diputaciones y Gobierno vasco para salir de la crisis" y "afianzar la confianza de los ciudadanos y de todo el tejido productivo vasco". Así las cosas, el PP, cuando menos se lo esperaba, ve demasiado comprometida su ambición de desalojar al PNV de Álava a corto plazo y siente que el PSE-EE ya tiene el argumento político de mejor explicación ante la opinión pública para no secundar la pretendida moción.