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Análisis:televisión
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El misterio del otro

Guillermo Altares

"He atravesado océanos de tiempo para encontrarte", le dice Drácula a Mina en la versión del mito que dirigió Francis Ford Coppola en 1992. En realidad, las historias de vampiros hablan de eso: el tiempo, el amor y la sangre. Pero, sobre todo, rescatan un tema tan viejo como estos tres elementos: la diferencia, la exclusión.

Cada época ha tenido su relato de vampiros desde que un terror tan viejo como el hombre (los que no mueren o mueren sin morir y se alimentan de los vivos) fue convertido en alta literatura en el siglo XIX, primero por Goethe y Polidori y luego por Bram Stoker. Sin embargo, ahora estamos viviendo una auténtica invasión. "¿Por qué no morirán nunca los vampiros?", se preguntaba recientemente Guillermo del Toro en un artículo en The New York Times publicado en la estela del libro que firma con Chuck Hogan, Nocturna (Suma de Letras), primer tomo de una trilogía.

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Los vampiros viven entre nosotros

"La actual pandemia de vampiros sirve para recordarnos que no tenemos un auténtico control sobre nuestros cuerpos, nuestro clima o incluso nuestras almas. Los monstruos siempre nos proporcionarán la posibilidad del misterio en nuestro mundano reality show", escribe el director de El laberinto del fauno, un gran experto en monstruos tan reales como nuestra imaginación. Sin embargo, las historias de vampiros también nos introducen en una de nuestras realidades más profundas: la marginación, el miedo a lo desconocido (¿y qué hay más desconocido que el otro?), que se ha acrecentado en los últimos tiempos y que seguirá subiendo con la crisis. Y de eso trata la serie True blood. ¿Qué pasa cuando los vampiros salen del armario, cuándo, gracias a la invención de una sangre artificial, pueden mostrarse en público, salir de sus ataúdes? Pues, como ocurre con aquello que tememos porque no conocemos, se despiertan los miedos más profundos de la sociedad.

Alan Ball, el creador de la serie que se dio a conocer con A dos metros bajo tierra, juega con los antiguos temas del género ("¿Estás vivo?", le pregunta el personaje maravillosamente interpretado por Anna Paquin a su amante vampiro. "Técnicamente no", responde Bill Compton con su viejo acento del Sur), pero sobre todo insiste en la exclusión al trasladarlo a la Luisiana contemporánea, al meter al monstruo en nuestro tiempo (como Stoker se llevó a Drácula desde Rumania hasta Londres).

El problema está, como plantea uno de los grandes relatos de vampiros, Soy leyenda, en saber quién es el monstruo. La fábula de Richard Matheson (traicionada recientemente en la última y lamentable adaptación cinematográfica) relata cómo Nueva York ha sido tomada por los vampiros y el único hombre vivo se dedica a matarlos por las mañanas. Hasta que se da cuenta de que el monstruo es él y pronuncia unas inolvidables palabras: "Soy una nueva superstición que entra en la fortaleza del tiempo, soy leyenda". El tiempo sin tiempo es la sustancia en la que crecen las historias de vampiros; pero su misterio reside en que hablan de aquello que creemos conocer y desconocemos: nosotros mismos.

Lo próximo de la caja más lista

- Flash Forward. Durante dos minutos y 17 segundos, el mundo sufre un apagón. La gente pierde la conciencia durante ese tiempo y ve su vida dentro de seis meses. Al despertar, muchos desean no haber descubierto su futuro. Tras esta serie con tintes de ciencia ficción se encuentran los mismos responsables de Lost. Cuatro ha comprado los derechos.

- Hung. Divorciado, con dos hijos adolescentes y hasta el cuello de deudas. Pero Ray está de suerte. "Me han dicho que la tienes muy larga", le dice una clienta. Sí, a Ray, entrenador de baloncesto, no le queda más remedio que vender su cuerpo. Sus atributos darán lugar a más de una situación cómica. De la factoría HBO.

- Nurse Jackie. La actriz neoyorquina Eddie Falco interpreta a una enfermera de Manhattan. Comedia negra de Showtime, ambientada en unas urgencias donde Jackie imparte su propia justicia. Al tiempo, ella combina su vida privada a golpe de ansiolíticos.

- The Pacific. Emoción, héroes, marines, patriotismo, chicas guapas, medallas y una bella fotografía ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Steven Spielberg y Tom Hanks relatan la batalla norteamericana contra Japón en el Pacífico. La nueva joya de HBO ha costado 150 millones de dólares.

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Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

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