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La recesión hace caer el número de empresas por primera vez en 10 años

Casi 400.000 negocios cesaron su actividad el año pasado - La construcción, con un desplome del 12%, es el sector más castigado por los cierres

Luis Doncel

En épocas de crisis, los consumidores consumen menos, los fabricantes fabrican menos y los inversores invierten menos. Todos ellos se refugian en sus cuarteles de invierno a la espera de tiempos mejores. Este guión se siguió escrupulosamente el año pasado, cuando el número de empresas activas descendió por primera vez desde que el Instituto Nacional de Estadística (INE) elabora el Directorio Central de Empresas. El 1 de enero de 2009 había 3,35 millones de negocios abiertos, un 1,9% menos que el mismo día de 12 meses antes.

El dato asusta porque rompe una tendencia al alza en el número de emprendedores que se deciden a poner en marcha su idea, pero es especialmente relevante en lo que se refiere a las constructoras. Casi 60.000 empresas del ladrillo echaron el cierre el año en el que explotó la burbuja, lo que supone que en 365 días desaparecieron el 11,8% de negocios del sector.

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"Son datos que no sorprenden a nadie que haya observado la evolución del producto interior bruto (PIB) y de las suspensiones de pago que se declaran. Es más, seguro que la realidad es mucho peor de lo que muestra esta estadística, porque muchas sociedades inactivas no se liquidan durante años", sostiene Luis del Amo, presidente del Registro de Economistas Asesores Fiscales. Del Amo anticipa que a la luz del desplome que está sufriendo la actividad económica -en el segundo trimestre el PIB cayó el 4% según el dato avanzado por el Banco de España- el porcentaje de cierres superará el próximo año de largo el 1,9% de 2009.

En la misma línea apunta Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos, organismo cercano a la patronal. "El último trimestre de 2008 y el primero de 2009 son los peores de la historia económica de España. Y los datos publicados ayer por el INE ponen de manifiesto que el ajuste no se está haciendo sólo a través de la destrucción de empleo, sino también eliminando empresas", asegura.

Iranzo añade que esta debacle se debe en gran medida al fracaso a la hora de ajustar el exceso de capacidad y a que las empresas no han aguantado la falta de tesorería generada, en muchos casos, por administraciones públicas que se retrasan en los pagos. La conclusión, añade Iranzo, es la necesidad de acometer reformas estructurales, en el mercado laboral, los transportes y otros sectores. "El primer semestre de este año será todavía peor, aunque en el segundo se irá amortizando", concluye.

El INE publicó este dato tan sólo cuatro días después de presentar las suspensiones de pagos del semestre. Si bien esta cifra supuso un cierto atisbo de esperanza porque por fin se ralentizaban los ritmos de caída de los últimos dos años, las 3.285 insolvencias declaradas entre enero y junio triplicaban las del mismo periodo del año anterior.

Pero volviendo a la evolución de negocios activos, el dato más preocupante es el número de empresas que, ahogadas por la coyuntura o por otros motivos, echaron el cierre: 398.229, el 10,6% del total. Es decir, que más de una de cada 10 compañías dejó de existir a lo largo de 2008. En el otro extremo, 334.072 negocios empezaron a andar durante el mismo periodo.

Aparte del desplome sufrido en la construcción, el resto de sectores aguantaron el tipo. Hay ahora un 1,5% menos de negocios dedicados al comercio y la caída en la industria se limitó a un tímido 0,8%. Los servicios, excluyendo el comercio, experimentaron un ligerísimo repunte. Es éste el sector que mantiene un mayor peso en la estructura empresarial del país, con una participación superior a la mitad de todos los negocios. El 1 de enero de 2009 representaba el 55% del total, frente al 54% del año anterior.

Las comunidades que más se han volcado en los últimos años en el ladrillo fueron las que han dejado por el camino más empresas. Murcia fue, de largo, la más castigada, con una reducción en el número de negocios del 4,4%. Le siguieron la Comunidad Valenciana, Canarias, Andalucía y Castilla-La Mancha.

En el otro extremo de la balanza, las que más aguantaron el tipo fueron Ceuta y Melilla y Extremadura. Tras ellas vienen Cataluña, Galicia, Navarra y La Rioja. Cataluña, Madrid y Andalucía, como ya es habitual, acaparan casi la mitad del total de empresas españolas.

La mayor destrucción de establecimientos de los últimos años trae, al menos, un factor positivo. Juan Iranzo señala que servirá para aumentar la competitividad en sectores que hasta ahora estaban poco profesionalizados, como la construcción. Pobre consuelo para una economía que en un solo año generó 620.000 nuevos parados y destruyó casi 400.000 empresas.

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Sobre la firma

Luis Doncel
Es jefe de sección de Internacional. Antes fue jefe de sección de Economía y corresponsal en Berlín y Bruselas. Desde 2007 ha cubierto la crisis inmobiliaria y del euro, el rescate a España y los efectos en Alemania de la crisis migratoria de 2015, además de eventos internacionales como tres elecciones alemanas o reuniones del FMI y el BCE.

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