Zapatero emplaza a sindicatos y CEOE a desbloquear los convenios
El presidente pide a los agentes sociales que se impliquen en la nueva Ley de Economía Sostenible - CC OO y UGT reclaman un gesto de la CEOE
Les había citado para hablar de la nueva Ley de Economía Sostenible, pero era inevitable que alguien abordase la ruptura de relaciones entre sindicatos y empresarios tras los encontronazos de los últimos meses. Y fue el anfitrión, el presidente del Gobierno, el que abrió el fuego. José Luis Rodríguez Zapatero emplazó ayer a los líderes de las organizaciones sindicales y empresariales a que retomen la negociación colectiva, empantanada sobre todo por las posturas opuestas sobre las subidas salariales. Un desencuentro que amenaza con calentar el conflicto en las empresas.
Zapatero había convocado a una "comida informal", según la definió, a los líderes de CC OO, Ignacio Fernández Toxo; de UGT, Cándido Méndez; y a los presidentes de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y Cepyme, Jesús Bárcenas, para explicarles las grandes líneas de la nueva Ley de Economía Sostenible, acompañado por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.
Los empresarios anuncian una reunión que Méndez desmiente
El bloqueo de 1.500 convenios amenaza con provocar conflictos laborales
La mayor parte de las dos horas largas que duró el encuentro se dedicó en efecto a esa nueva legislación, con la que se pretende impulsar un nuevo modelo productivo para la economía española. Pero luego Zapatero se dirigió a los agentes sociales y les emplazó a retomar el diálogo bilateral, según relataron los sindicatos. Fue, según una fuente sindical, tras comentar las declaraciones del secretario general de la CEOE, José María Lacasa, sobre su pretensión de discutir la reforma laboral sólo con los representantes de los trabajadores, sin el Gobierno.
Toxo y Méndez se mostraron dispuestos a retomar la negociación colectiva, pero piden a la patronal que mueva ficha, que realice algún gesto para desbloquear la firma de unos 1.500 convenios colectivos pendientes.
El principal escollo para llegar a acuerdos son las subidas salariales de referencia, que los sindicatos quieren que se sitúen en el 2%, en línea con los objetivos de inflación del Banco Central Europeo. En lo que va de año la subida salarial media pactada ha sido del 2,7%. Mientras, los empresarios pretenden que los sueldos bajen un 1%, según ha propuesto Díaz Ferrán, con el argumento de que la inflación es negativa (los precios bajaron un 1,4% en julio).
Los sindicatos esperan que la CEOE dé orden a las organizaciones sectoriales para desbloquear la negociación y se muestran dispuestos a retomar el diálogo social con la patronal y el Gobierno, siempre que los empresarios desistan de su pretensión de aplicar reformas al mercado laboral, a su juicio regresivas. En ese sentido, desde UGT condicionan la reapertura del diálogo tripartito a que se centre el debate en la reforma del tejido empresarial español, para dotar a las empresas de mayor tamaño para ser más competitivas; se aborde el problema de la temporalidad y se desbloquee la negociación colectiva.
Por su parte, la CEOE informó de que la reactivación del diálogo entre los agentes sociales será un hecho a finales de la semana próxima o principios de la siguiente, cuando se celebrará una reunión con los sindicatos. A las fuentes sindicales consultadas no les constaba que se hubiera acordado una próxima reunión e insisten en que antes la patronal debe regresar "a la senda del bien", en expresión del secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer. Es más, el propio Cándido Méndez desmintió que se hablase de ninguna reunión y pidió a la CEOE que se desdijese.
Donde sí se verán probablemente los agentes sociales, pero a nivel más técnico, será en las reuniones que acordaron celebrar con el Gobierno para aportar ideas y puntos de vista sobre la Ley de Economía Sostenible, como les había pedido el Gobierno. Sindicatos y empresarios recibirán la semana que viene la documentación para empezar a elaborar sus propuestas. Los sindicatos se muestran prudentemente satisfechos, toda vez que llevan años abogando por un cambio de modelo económico, que dependa menos de la construcción residencial.
