La gripe que alborota las aulas

El arranque del curso en el que se termina de aplicar la ley educativa aprobada en 2006 y al final del cual los bachilleres se examinarán de la nueva Selectividad viene marcado sin duda por la preocupación. Si el virus de la nueva gripe preocupa a la sociedad en general, inquieta mucho más cuando se trata de la vuelta a las aulas durante las próximas semanas de más de 7,6 millones de alumnos de enseñanzas no universitarias, desde infantil hasta FP.

El curso empezará con normalidad, no se prevé en principio el cierre de centros y los expertos intentan quitarle hierro... de momento. La gravedad del nuevo virus H1N1 es menor que la de la gripe estacional. Pero se ha llegado a un punto de alarma en el que, tanto los responsables políticos como la comunidad educativa, parecen estar de acuerdo -aunque sólo sea por una vez- en que el mejor proceder es la tranquilidad y la información. Una postura común de comunidades, Gobierno y todos los sectores educativos que tal vez es un buen augurio para el pacto político y social que se ha propuesto alcanzar el Ejecutivo del PSOE. "Espero que sea el año del pacto", dijo el viernes pasado la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega.

Pero, por mucho que lo desee, y aunque se vaya asentando ese mensaje de tranquilidad, parece que por lo menos los primeros meses del curso estarán marcados por la gripe, y los padres y los profesores quieren tener claro cómo prevenir los contagios y, cuando se produzcan, cómo proceder. El próximo jueves estará lista la guía que está redactando Sanidad para ello. Y también se está preparando una específica para los padres.

Las líneas maestras del documento serán muy parecidas a las de las recomendaciones que ha ido haciendo ya Sanidad y que se pueden consultar en la página del ministerio www.informaciongripea.es. Así, en la guía se explicará qué es la gripe y cómo se contagia (por el aire, en las gotitas de saliva y secreciones nasales que se expulsan al toser, al hablar o al estornudar).

También se detallarán las medidas para prevenir el contagio, que son principalmente higiénicas. Pero no sólo en las personas, sino para la limpieza de los centros. Precisamente, FETE-UGT reclamó la semana pasada en la reunión de los sindicatos con el Ministerio de Educación que se implique a los ayuntamientos, que son los responsables de limpiar los colegios e institutos. En lugares con tanto trasiego como un centro educativo es muy importante, por ejemplo, limpiar con especial cuidado las superficies que tocan muchas personas (como picaportes, grifos, etcétera).

Y en cuanto a la higiene de los niños (y también de los profesores), las principales recomendaciones son las mismas que para toda la población, esto es, taparse la boca al toser o estornudar con un pañuelo y tirarlo después, y lavarse frecuentemente las manos. Se tratará, probablemente, de que padres y profesores estén más pendientes de que los niños lo hacen así.

Pero los contagios, sin duda, llegarán, y para cuando esto ocurra, ante la aparición de los primeros síntomas (fiebre, tos o dolor de garganta, malestar, diarrea), "el estudiante o personal del centro afectado permanecerá en su casa y se pondrá en contacto con los servicios sanitarios", dicen las recomendaciones que ya lanzó Sanidad el pasado mayo. Cuando se confirme un caso en un centro, "se informará a los demás padres para que vigilen a sus hijos y, si presentan algún síntoma, contacten con su médico y permanezcan en su casa".