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Las leyes escandinavas se incumplen

Las experiencias de los países nórdicos demuestran que no basta con prohibir la prostitución para que desaparezca. Suecia, declaró ilegal la compra de sexo en 1999 por considerarla una forma de violencia contra la mujer. La disposición fue introducida en el Código Penal en 2005. Un 75% de los suecos apoya la ley vigente, según las últimas encuestas, pero sólo un 20% cree en su efectividad.

La legislación pena hasta con seis meses de cárcel a los infractores, pero los tribunales sólo imponen multas. "Ya es hora de que los jueces comprendan que no basta con eso", declaraba recientemente el comisario de la brigada criminal Johan Trolle al periódico Svenska Dagbladet. "Vemos cómo las mismas personas infringen l+a ley una y otra vez". La prohibición, por otro lado, deja la actividad en un submundo oculto muy difícil de controlar.

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¿Y ahora qué hacemos con la prostitución?

Leyes similares a la sueca han entrado en vigor a principios de año en Noruega e Islandia. Noruega castiga a todos aquellos que compran sexo.

Pero este endurecimiento de las leyes en Suecia y Noruega está provocando una avalancha de prostitutas hacia Finlandia. "La prostitución es un fenómeno tal que apenas la autoridad aparece en su intento de poner fin a semejante actividad, ésta cambia de escenario", señala el comisario finlandés de la Brigada del Crimen Seppo Sillanpää.

En ese país, la prostitución está penada sólo si está relacionada con la trata de seres humanos. Sí está prohibido el ejercicio callejero de la prostitución. También son ilegales el proxenetismo y la gestión de burdeles.

En el reino de la prohibición, hace dos semanas se podía observar una furgoneta que iba anunciando lo que supuestamente sólo es un local de strip-tease. La explícita foto indica algo más.

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