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La familia de Palomino pide una condena por "crimen ideológico"

Comienza el juicio al neonazi que apuñaló a un joven antifascista en 2007

Pilar Álvarez

Sus amigos no creen en la justicia "burguesa". Pero estarán allí. Conocidos de Carlos Palomino y simpatizantes de grupos antifascistas se concentran desde hoy hasta el 24 de septiembre frente a la puerta del tribunal, en la que se desplegará un amplio dispositivo policial. El juicio por la muerte de Carlos Javier Palomino, el joven de 16 años que murió apuñalado en el metro el 11 de noviembre de 2007, comienza hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. El acusado, el militar Josué Estébanez, se enfrenta a una petición fiscal de 29 años de cárcel. Las acusaciones particular y popular piden además que se considere el agravante de ideología. Lo que ellos denominan "crímenes del odio".

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Estébanez no conocía a su víctima. Se cruzaron cuando se dirigían al mismo lugar con motivos opuestos. Apenas intercambiaron unas palabras antes de la puñalada. El militar acudía a una manifestación xenófoba de las Juventudes de Democracia Nacional autorizada por la Delegación del Gobierno en Usera, barrio inmigrante y obrero. El fallecido iba con un grupo de antisistemas a reventar aquel acto.

Casi dos años después, Palomino se ha convertido en un símbolo. Se han multiplicado por todas partes las manifestaciones en su memoria. La última, el sábado por Legazpi y Usera. Su rostro en blanco y negro, sonriente con una gorra ladeada, se repite en camisetas, banderolas, pasquines y carteles que empapelan calles y paradas de autobús. "Su muerte provocó conmoción por un hecho singular, todo el país ha visto las imágenes que grabaron las cámaras del metro y que demuestran la crueldad del asesinato", explica Esteban Ibarra, presidente de Movimiento Contra la Intolerancia. Las grabaciones, difundidas por EL PAÍS, "muestran claramente que no había miedo insuperable ni legítima defensa además de las gesticulaciones hitlerianas de Josué; esto ha conmocionado a la ciudadanía, que en aquel acto pudo ver la muerte de cualquier joven que dirigiera una palabra a un neonazi".

Movimiento Contra la Intolerancia, acusación popular en el juicio, reclama que se considere "un crimen de odio". Ibarra pide una sentencia "ejemplar" con "un mensaje contundente a las bandas neonazis que practican la violencia contra inmigrantes, jóvenes de izquierdas, indigentes, contra la convivencia democrática".

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El abogado de la madre de Palomino solicita una condena en esa línea. Reclaman 37 años de prisión, 20 por asesinato, cuatro por amenazas, tres por tenencia ilícita de armas y 10 por tentativa de homicidio. El acusado apuñaló, como se ve en las imágenes, a otras dos personas.

Uno sufrió una herida en las costillas que tardó en curar tres meses. Ambos comparecerán como testigos protegidos durante el juicio. Mavi Muñoz, madre de Palomino, preside la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba. Ayer reclamó junto a otros "padres y madres antifascistas" un cambio legislativo que permita la inclusión en el Código Penal de los delitos de terrorismo fascista. Solicitan que no se iguale a víctimas y agresores, que no se considere este tipo de hechos como peleas entre bandas.

Manifestación por el asesinato de Carlos Palomino.
Manifestación por el asesinato de Carlos Palomino.SAMUEL SÁNCHEZ
Todo quedó grabado. El 11 de noviembre de 2007, Josué Estébanez, un ultra de 23 años, mató en el metro de Madrid a un joven antisistema de 16, Carlos Palomino. Ambos se dirigían a Usera, uno de los distritos con más población inmigrante. El primero, a una manifestación xenófoba de ultraderecha. El segundo, a reventarla. Se cruzaron en la estación de Legazpi. Palomino le recriminó la marca de la sudadera que llevaba, usada por los nazis. Estébanez, que llevaba una navaja abierta oculta tras la espalda y estaba esperando, le asestó una puñalada directa en el corazón. Ésta es la secuencia captada por una de las cámaras del metro.Vídeo: PILAR ÁLVAREZ/ ÁLVARO DE LA RÚA
Siete cámaras de seguridad del metro de Madrid captaron lo que ocurrió justo antes y después de la muerte de Carlos Palomino en el metro. El saludo nazi del atacante, Josué Estébanez. El tumulto de amigos de Carlos intentando atraparle después. Dos resultaron heridos y uno de ellos sale del suburbano apoyado en otro amigo: tiene una puñalada en el costado. Josué escapó del vagón aprovechando la confusión y el polvo provocado por un extintor que arrojó uno de los compañeros de Carlos, evacuado en una camilla por uno de los vestíbulos. Estébanez salió por el otro, perseguido por los colegas del joven de Vallecas, un barrio popular de Madrid. Con la navaja aún en la mano.Vídeo: PILAR ÁLVAREZ/ ÁLVARO DE LA RÚA

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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