Manuel de Carreras cobró por lograr patrocinio
"Yo no soy, no he cobrado ni un duro", dice Arcadi Calzada, vicepresidente segundo de la Fundación Orfeó Català, ante las acusaciones realizadas por Fèlix Millet en su confesión al juez de que uno de los vicepresidentes de la entidad cobraba 12.000 euros en concepto de comisión para buscar patrocinio. Si no es él, y descartada la anciana Maria Font de Carulla, tiene que ser Manuel Carreras i Fisas, vicepresidente tercero de esta entidad.
De hecho, los patronos ya se escandalizaron hace días, cuando conocieron que Carreras -empresario inmobiliario que hasta hace un año presidió el Círculo Ecuestre- cobraba por ejercer lo que todos consideraban la base de la labor filantrópica que en teoría realizaba la fundación.
La confesión de Millet ha sorprendido a patronos y administradores, pero más por el hecho en sí que por lo que allí se explicaba. "No hay novedades respecto a lo que nos explicaron en la última reunión del patronato de la fundación", señaló Leopoldo Rodés, que reconoce sentirse "estafado" y considera que, pese a que Millet ha prometido devolver lo que robó, ello no le exime de culpa. Otra patrona de la fundación, Anna Balletbó, califica la carta de "una estrategia de defensa" que ni vale la pena comentar.
La dirección del Palau de la Música señaló ayer en un comunicado que los hechos confesados por Millet son los que ya se conocían y que corresponden "a una primera fase de análisis de la auditoría, todavía en curso". Tambien señala que no ha habido "ninguna negociación" con los anteriores gestores del Palau. La auditoría se concentra de momento en los últimos años de la gestión del Palau, pero la intención es continuarla en el futuro para que abarque toda la etapa de Millet.
