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Cumbre europea preparatoria del G-20

Kroes vigilará para que las ayudas a Opel no se politicen

Andreu Missé

La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, advirtió ayer de que vigilará que las ayudas de Estado que se concedan a Opel "no se mezclen con asuntos políticos". La comisaria dio garantías de que examinará la venta de Opel de "forma objetiva y justa". La semana pasada General Motors acordó la venta del 55% de Opel Europa a un consorcio austriaco canadiense Magna y el grupo financiero ruso Sberbank. La operación requerirá unas ayudas públicas de unos 4.500 millones de euros además del crédito puente de 1.500 millones concedidos por el Gobierno federal de Berlín y los landers alemanes.

El propósito de Magna de reducir 10.500 empleos, de los 50.000 que cuentan Opel y su marca gemela británica Vauxhall en Europa, ha provocado fuerte malestar entre los trabajadores y Gobiernos de Bélgica, Reino Unido y España, países donde se producirían el mayor número de despidos. Las previsiones que maneja la compañía barajan el posible cierre de la factoría belga de Amberes con 2.300 empleos; y la posible pérdida de 830 empleos en la planta británica de Vauxhall en Ellsmere Port y 1.700 de los 7.500 de la factoría Figueruelas en Zaragoza.

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El plan prevé también la reducción de unos 4.000 de los 25.000 puestos de trabajo de Opel en Alemania, pero con la promesa de mantener las cuatro factorías de Eisenach, Bochum, Ruesselsheim y Kaiserslautern. Esta circunstancia ha despertado sospechas especialmente en los Gobiernos de Madrid, Bruselas y Londres que temen que los posibles recortes de empleo se decidan por criterios políticos y no en función de la competitividad efectiva de las fábricas.

Kroes aseguró: "haré mi trabajo como suelo hacer siempre de forma objetiva y justa" y se comprometió a que "la ayuda de Estado sea utilizada de manera que no se mezcle con otros asuntos políticos".

Por su parte, la canciller de Alemania, Angela Merkel, rechazó ayer, durante su vista al salón del automóvil de Francfort, las acusaciones de proteccionismo. "Estamos naturalmente decididos a arreglar los problemas pendientes en un espíritu de equidad a nivel europeo". Y recordó que si no hubieran intervenido con el crédito puente en el momento de la quiebra de General Motors muchos europeos habrían sufrido las consecuencias.

El futuro de Opel fue objeto de debate en el Parlamento Europeo esta semana. Willy Meyer, eurodiputado de Izquierda Unida, manifestó "la necesidad de contar con un plan industrial europeo que aborde la situación de la nueva empresa garantizando tanto la producción como el empleo".

Meyer insistió en la necesidad de que "las ayudas públicas que se aporten a la nueva empresa deben contar con la representación política correspondiente en los consejos de administración para garantizar el interés general". Por su parte la eurodiputada socialista, Inés Ayala, apeló a la Comisión Europea para que retome el liderazgo en las negociaciones actuales para alcanzar una solución verdaderamente europea con todas las garantías".

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