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Menos recursos, menos atasco

Los atascos y las consiguientes demoras son probablemente la principal lacra de la justicia española. En los últimos lustros no ha habido ministro de Justicia, tanto del PP como del PSOE, que no lanzase algún plan de choque. Pero a juzgar por la situación actual, y salvo excepciones, ninguno de esos intentos ha sacado a la justicia de su agujero.

Resulta llamativo que el plan de modernización de la justicia anunciado ayer por el Gobierno incluya, entre otras medidas para acabar con los atascos, restringir a los ciudadanos la posibilidad de interponer recursos que ahora sí son posibles y que forma parte de la tutela judicial efectiva que proclama la Constitución.

Y es que parece que son los recursos y no la falta de medios los causantes de un atasco judicial que se ceba especialmente con varias salas del Tribunal Supremo. La Civil está entre las más colapsadas. Un pleito civil que nazca en Madrid y llegue hasta la Sala Civil del Supremo implica para los contendientes tener que esperar entre cinco y seis años antes de obtener una sentencia firme. En primera instancia, desde que se interpone la demanda y hasta la celebración del juicio, la demora alcanza el año (aunque hay juzgados más resolutivos y céleres que otros). Y si ese mismo pleito se eleva luego a la Audiencia de Madrid, la espera se prolonga, al menos, otro año. Y si alguna de las partes recurre al Supremo, a esos dos años hay que sumar otros dos o tres más. Y eso que la Sala Civil del Supremo dispone de un gabinete de apoyo, formado por 40 juristas, que se dedican a cribar los recursos de casación que llegan desde las Audiencias Provinciales.

Son los miembros de ese gabinete quienes deciden si un recurso de casación se admite o no a trámite. "E inadmiten el 90% de los recursos", se quejan varios procuradores que frecuentan la jurisdicción civil. "A estos juristas les llaman los killers porque una de sus misiones es descargar esta Sala a toda costa", se lamentan.

Un informe del Consejo del Poder Judicial señala que "el tiempo medio" de espera en esta Sala es de casi 11 meses. Los procuradores citados disienten: "La Sala Civil está resolviendo ahora asuntos que le llegaron en 2006". El ex secretario de Estado de Justicia Julio Pérez afirmó hace un año a este periódico que había en marcha un programa que, en 2009, permitiría al Supremo resolver en un máximo de 12 meses los asuntos civiles. Plan fallido.

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