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Louzán presidió la reunión del PP de Silleda en la que se fraguó la censura

Los ediles acordaron pactar con los tránsfugas ante su presidente provincial

Noche del jueves 10 de septiembre, Parrillada de Piñeiro, parroquia rural de Silleda. El presidente de la Diputación y del Partido Popular en Pontevedra, Rafael Louzán, como maestro de ceremonias. Una cena con churrasco como improvisada junta local del PP de Silleda en la que Louzán escenificó el apoyo de los mandos provinciales del partido a la moción de censura con tránsfugas que pretende desbancar a la alcaldesa del PSdeG. Entretanto, Paula Fernández sigue mandando ahora con cuatro ediles, contra seis del PP, dos tránsfugas de su partido y una edil del BNG.

Sentado codo con codo junto a Louzán, el presidente local del PP, José Fernández Viéitez, Roucho, dirigió el orden del día de la reunión. Fue en el turno de ruegos y preguntas, ya a los postres, cuando se planteó la maniobra para derrocar a la regidora socialista, previo acuerdo con los dos ediles que abandonaron el Gobierno hace un año y que meses atrás (coincidiendo con la derrota del bipartito en la Xunta) se pasaron al grupo de los no adscritos.

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Uno a uno, cinco concejales del PP fueron posicionándose a favor de la moción ya pactada con los dos ex del PSOE. El sexto, Manuel Mato, dio la sorpresa. Anunció a sus compañeros, ante la mirada de Louzán, que estaba en contra de pactar con tránsfugas, que consideraba adversarios a quienes se presentaron por el PSOE y que en caso de proseguir con la censura, él se abstendría o no acudiría al pleno. Mato protestó por que la operación se fraguara a sus espaldas.

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Aunque su voto no es necesario para consumar la censura, dos asistentes a la cena confirman que esa intervención crítica frenó el entusiasmo de los presentes, incluido el de Louzán, que optó por no pronunciarse. "Vino a saber la opinión de los concejales, calculó que todo estaba cerrado pero cuando vio la actitud de Mato, se reservó un poco. Pero él apoya la moción, nadie tomaría esta decisión con Louzán en contra", admite un asistente al encuentro. "Desde entonces anima a los concejales a seguir adelante, como primer paso para recuperar la alcaldía", insiste la misma fuente.

Consultado por este periódico, el portavoz del PP en Silleda, José Fernández Viéitez, confirma la asistencia de Louzán a la churrascada y responde con otra pregunta: "¿Conoce alguna moción de censura que sea apoyada oficialmente por un partido?".

Es la lectura que hace el grupo popular en Silleda del compromiso expresado ayer por el presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, y de su líder en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quienes anunciaron que expulsarán a todo el que rompa el pacto antitransfuguismo. Las advertencias de Feijóo y Rajoy no hacen mella en los populares de Silleda, que, ni mucho menos desbaratan la operación. "Lo veremos, no sólo hay que pactar la moción, hay que hablar del programa y no está cerrado", aseguraba todavía ayer el portavoz local del partido. Fuentes del PP gallego -que mañana celebra una macrofiesta en el pueblo a la que asistirán Rajoy y Feijóo- aseguran también que es la mano de Louzán la que mueve todos los hilos en Silleda.

Igual sucedió el 12 de diciembre en Mos, donde su estrecha colaboradora, la ex asesora de la Diputación Nidia Arévalo, empuñó el bastón de mando en un tenso pleno que contó con seguridad privada, un grupo de porteros de discoteca que defendieron de sus vecinos a la nueva alcaldesa. Días después, el número dos del PP en Pontevedra, José Manuel Figueroa, brindó por la moción con el nuevo Gobierno.

En Gondomar, la institución que preside Louzán premió con una dedicación exclusiva, 60.000 euros anuales, a Carlos Silva, teniente de alcalde de otro gobierno nacido del transfuguismo. Silva sigue en el PP porque no firmó la moción. No hizo falta. Los votos del resto de ediles populares y de sus compañeros tránsfugas sirvieron para relevar a la alcaldesa del BNG. Este periódico intentó ayer sin éxito recabar la opinion de Louzán.

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