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El río Girona se desborda y derriba un muro en El Verger

El agua del río Girona sobrepasó el cauce 20 centímetros en La Vall d'Ebo

Una gota fría de manual. Una bolsa de aire frío en capas altas y viento de levante en superficie. La consecuencia son lluvias generalizadas, intensas que "se desplazan de sur a norte del litoral valenciano", según el director del Laboratorio de Climatología en la Universidad de Alicante, Jorge Olcina. Trombas, añadió, que en Alicante han traído el mayor episodio de "gota fría" en la ciudad desde las inundaciones de 1997. Las lluvias, además, acumularon, en algunos puntos, como en Pinet, 222 litros en 24 horas, y 194 en Villanueva de Castellón (Valencia). La gota fría anegó bajos comerciales, cortó carreteras y obligó a los bomberos a realizar centenares de servicios. En Xaló (Marina Alta), las urbanizaciones La Solana y Valle Paraíso quedaron incomunicadas al desbordarse un barranco. "Hemos pasado momentos de angustia porque no podíamos salir ni en mi todoterreno y además no había ninguna señalización advirtiendo de lo que sucedía", se quejó un vecino. El nivel del río Xaló disparó la alarma. A primeras horas de la noche el río Girona se desbordó en la cabecera, en la Vall d'Ebo, por dos tramos. El caudal subió un metro. Y en El Verger se llevó por delante varios metros de muro en la misma calle en la que en 2007 murió una mujer. Las tormentas en el interior de La Marina Alta complicaron la circulación en la red viaria: la AP-7 estuvo cortada al tráfico en sentido a Valencia a su paso por Ondara y Benissa. La lluvia también cortó carreteras en La Vega Baja y el servicio de Emergencias recibió ayer más 25.000 llamadas de auxilio.

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Las intensas lluvias provocaron problemas, sobre todo, en el tráfico, que quedó interrumpido en la CV- 724 que da acceso a Pedreguer desde la N-332, al anegarse un paso subterráneo. Otros puntos conflictivos fueron la CV-678 en Pego, la CV-920 en Bigastro y la CV-940 en San Miguel de Salinas. En Alicante también se cortaron la CV-86 y la CV-760 en Altea, y en la capital la lluvia incomunicó los polígonos de Las Atalayas y Pla de la Vallonga. Los problemas se repitieron en diversas calles, sobre todo en la playa de San Juan, el acceso sur por la avenida de Elche y en Juan Bautista Lafora, frente al Postiguet.

La lista de complicaciones fue larga. Ayer era difícil acceder a Dénia por las redes secundarias y en Xàbia un muro se vino abajo. Desde el viernes en La Marina Alta han caído casi 300 litros por metro cuadrado. En Penàguila, un hombre tuvo que ser rescatado por los bomberos del interior de su vehículo al quedar atrapado por la crecida del río Serpis.

A última hora, la preocupación se trasladó a La Vall d'Ebo, donde el río Girona se desbordó 20 centímetros en su cabecera. El alcalde, Rafael Llordà, explicó que la carretera con La Vall d'Alcalà estaba intransitable. "Se nos han desbordado los pluviómetros. Si no llega a ser por las obras de la Confederación del Júcar en el río Girona tendríamos otra vez una riada", admitió el alcalde. El Girona es uno de los ríos internos cuyo control tiene pendiente asumir el Consell.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, desde las 18.00 del domingo 15 municipios sobrepasaron los 100 litros por metro cuadrado. Pinet, con 222, encabezó la lista. En la provincia de Valencia destacan Villanueva de Castellón (194), Cárcer (192) o Manuel (168). En la de Alicante, Callosa d'En Sarrià sumó 108 litros, Beniarrés 149 y l'Atzúvia 116. Y en Castellón, Vila-real anotó el récord de 96 litros. En la capital de La Plana la lluvia obligó a la policía y los bomberos a realizar un centenar de actuaciones, entre ellas el rescate de una docena de vehículos atrapados en el túnel del grupo Lurdes. La tormenta dejó sin luz 50 casas, una guardería y el ambulatorio en Manuel. El temporal obligó a cerrar hacia las 19.00 el puerto comercial de Gandia. La Generalitat mantuvo la preemergencia en Valencia y el litoral de Alicante.

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Un vecino observa el acceso a las urbanizaciones de La Solana y Valle Paraíso, cortado por la crecida de un barranco, ayer, en Xaló.
Un vecino observa el acceso a las urbanizaciones de La Solana y Valle Paraíso, cortado por la crecida de un barranco, ayer, en Xaló.NATXO FRANCÉS

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