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Tribuna:'IN MEMÓRIAM'
Tribuna
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Un ejemplo de cultura empresarial de solidaridad

Ha muerto Reinhard Mohn, un admirable y queridísimo amigo mío, ejemplo para todo el mundo de una verdadera cultura empresarial de solidaridad y convivencia humana. Él relanzó después de la última Guerra Mundial esa extraordinaria empresa editorial y de comunicación en el mundo que se llama Grupo Bertelsmann, haciendo después entrega formal del 76,9% del capital de la empresa a la Fundación Bertelsmann Stiftung para promover la participación cívica en las democracias modernas, desarrollar la educación, la salud y la economía sostenible en el mundo.

Su vinculación con España quedó particularmente honrada con el Premio Príncipe de Asturias que se le concedió en 1998. La designación como hijo adoptivo de Alcudia (Mallorca), donde logró el necesario reposo veraniego a lo largo de años, fue sobre todo un agradecido gesto de esa población amiga por la espléndida biblioteca que donó, además de organizar cursos para bibliotecarios tanto allí como en toda España. Entre otros muchos eventos, nunca olvidaré el denso y brillante encuentro cultural hispano-alemán que celebramos la Fundación Santillana y la Fundación Bertelsmann en Cantabria en 1988, con la participación de su esposa Liz y él mismo en la plenitud de su actividad internacional. No es de extrañar, por tanto, que exista la Fundación Bertelsmann en España, con sede en Barcelona.

Más información
Reinhard Mohn, fundador del grupo Bertelsmann

Capacidad creativa

A Reinhard Mohn no le importó sólo el éxito empresarial en el marco de la economía de mercado. En todo momento fue consciente de su responsabilidad social de cara a la res publica: si las compañías dependen, por un lado, de un entorno político y social ordenado y estable, por el otro deben ser conscientes de su dinamismo y capacidad creativa para activar la sociedad y las metas políticas a largo plazo. Éste es un mensaje de gran calado y pertinencia en los tiempos que corren, que debería ser ejemplo para presentes y futuras generaciones de empresarios.

En tanto que creadores de riqueza desde la iniciativa privada, los empresarios tienen que estar dispuestos a tener en cuenta las consecuencias de su estrategia empresarial sobre la sociedad, la cultura y el medio ambiente, todo ello sin descuidar su legítimo ánimo de lucro. Reinhard Mohn ha demostrado que el éxito de una empresa depende decisivamente del desarrollo y la potenciación de su capital humano. Él mismo escribió un libro titulado El triunfo del factor humano, que yo tuve el honor de prologar tras ser aceptado como informe al Club de Roma y habérsele concedido el título de miembro de honor del Club de Roma.

Reinhard Mohn encontró una respuesta convincente al reto de aunar empresa y solidaridad, empresa y humanismo. Ése es su gran legado y su gran lección. Hasta siempre, amigo.

RIcardo Díez Hochleitner es patrono de la Fundación Bertelsmann.

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