La vacunación contra la nueva gripe empezará el 16 de noviembre
Habrá dos fármacos, uno para embarazadas y otro para el resto de la población
El consenso entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades a cuenta de la nueva gripe superó ayer otro debate. El Consejo Interterritorial acordó que la vacunación empezará en todas partes el mismo día: el 16 de noviembre. La propia ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, destacó al término de la reunión lo inusual de esta unanimidad (el consenso sobre las vacunas infantiles pactado por el propio consejo se rompió en seis meses, por ejemplo).
La fecha se ha decidido "por cuestiones logísticas", dijo Jiménez. Aunque ya se han recibido parte de los 37 millones de dosis encargadas, así se conseguirá que todas las comunidades dispongan de inmunizaciones suficientes como para no tener que suspender a mitad el proceso, y se da un tiempo para que acabe la vacunación contra la gripe estacional.
Sanidad afirma que bastará una dosis para asegurar la inmunización
No hay novedades sobre los grupos prioritarios: serán los enfermos crónicos, embarazadas y personal de servicios esenciales (policía, bomberos, sanitario, protección civil). El secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, aclaró que en este grupo se incluirá también a los funcionarios de prisiones. Siempre, claro, que quieran vacunarse, insistió Jiménez, ya que la pandemia se mantiene en niveles bajos (101 casos por 100.000 habitantes en la última semana y 54 fallecidos desde mayo) y, en su inmensa mayoría, produce enfermos leves.
El Consejo Interterritorial acordó usar dos tipos de vacunas, según la población tratada. Para las embarazadas se utilizará una modalidad tradicional, esto es, producida igual que la que se usa todos los inviernos. El objetivo es darles un "plus de seguridad", dijo la ministra, ya que como se trata de un fármaco ya conocido se disminuyen los riesgos de que haya efectos secundarios inesperados.
El resto de la población usará otra vacuna más avanzada, que contiene los llamados adyuvantes. Estas sustancias son moléculas cuyo objetivo es potenciar la respuesta del sistema inmunitario. Con ello se consigue una protección más rápida y duradera. Normalmente, contra la gripe no se usan este tipo de vacunas porque se fabrican con tiempo (los virus se conocen con medio año de adelanto), pero esta vez, ante la urgencia y el posible riesgo, los laboratorios emplearon esta técnica. Ambas vacunas han recibido la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento y de su homóloga española, recalcó Jiménez, pero se ha decidido usar la vacuna más tradicional, la no reforzada, con las embarazadas ya que no ha dado tiempo de hacer pruebas con ellas de las otras variantes.
El uso de esta vacuna potenciada tiene otra ventaja: sólo hará falta una dosis, por lo menos entre las personas de 18 a 60 años. En principio, Sanidad prevé que para el resto (menores y más mayores) se empleen dos, aunque Jiménez adelantó que probablemente no hará falta.
En ese caso, sobrarán vacunas, para las que hay varias posibilidades. Una de ellas, es que se guarden para el año que viene, cuando se supone que el H1N1 será parte de la gripe estacional. La otra, que se envíen parte de los medicamentos sobrantes a países que no han podido comprar sus propias vacunas, siempre dentro de un plan de la UE, dijo Jiménez.
