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La región más conflictiva

Matanza en el corazón de Bagdad

Un doble atentado causa 132 muertos y más de 500 heridos - Se trata del peor ataque desde 2007 y crea dudas sobre la capacidad de Irak de gestionar su seguridad

Las explosiones fueron brutales. Derribaron una parte importante de un muro de hormigón de casi cuatro metros de altura cuya finalidad era frenar la onda expansiva. Los cristales de los edificios próximos a la Zona Verde saltaron por los aires y las fachadas del Ministerio de Justicia y del Consejo Provincial resultaron muy dañadas. Dos columnas de humo negro se elevaron sobre el cielo de Bagdad, como en los peores tiempos. En el atentado de ayer -el más grave desde el verano de 2007- murieron 132 personas y 500 resultaron heridas.

Dos vehículos cargados de explosivos estallaron de forma sincronizada en una zona de mucho tráfico. Es la segunda vez en apenas dos meses que la insurgencia, Al Qaeda en Irak o quien sea, golpea en ese lugar de la capital, uno de los más protegidos, renovando las dudas sobre la capacidad del Gobierno iraquí de garantizar la seguridad nacional sin la ayuda de los soldados estadounidenses. Éstos dejaron de patrullar en las ciudades en junio, en cumplimiento del acuerdo de diciembre de 2008 con el Gobierno de Irak para una retirada escalonada.

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El primer coche bomba explotó cerca del Ministerio de Justicia a las 10.30, hora de Bagdad (12.30 en la España peninsular). "Me encontraba almorzando en un restaurante próximo cuando se produjo la explosión", dice Sa'ad Saleem, de 28 años, empleado en la televisión estatal y que tiene heridas en el cuello y pecho. "Todo el lugar se llenó de sangre. Había sangre por todos los lados mientras que restos humanos se quemaban dentro de los coches. Ha sido horrible".

En el edificio del Consejo Provincial, Hadi Salih, de 60 años, se encontraba en una reunión en la segunda planta cuando escuchó la explosión y vio cómo el techo caía sobre los presentes. "Traté de encontrar mi camino por las escaleras. Cuando salí al exterior vi muchos cuerpos, unos 20".

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Los atacantes lograron traspasar varios controles de seguridad antes de detonar sus vehículos con un intervalo de un minuto. Marines estadounidenses se hicieron cargo de la seguridad y efectuaron una primera evaluación de los daños. Uno de ellos explicó que su presencia en la calle se debía a una petición expresa del Gobierno de Irak.

En una aparición inhabitual, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, se personó en el lugar del atentado. Su gran mensaje electoral para los comicios del 16 de enero -cuya ley electoral se votaba ayer- es la seguridad. Alrededor de Al Maliki, que no se alejó mucho de su vehículo blindado, decenas de médicos evacuaban a los heridos hacia las ambulancias de la Media Luna Roja. Los empleados del equivalente a Protección Civil iban de coche en coche en busca de señales de vida en su interior. Otros, con guantes de goma, introducían restos humanos en bolsas de plásico. Las calles próximas fueron cerradas al tráfico. Borbotones de agua brotaban de las tuberías rotas. Enseguida se formaron piscinas en los agujeros del pavimento que fueron coloreándose de sangre.

Al Maliki observó pero no hizo declaraciones. Poco después, su oficina emitió un comunicado en el que califica de "cobardes" a los autores del atentado y culpó de su autoría a elementos del antiguo partido Baaz de Sadam Husein, a la insurgencia suní y a Al Qaeda en Mesopotamia. En el atentado de agosto, en el que murieron 120 personas, Bagdad acusó a Siria de estar detrás.

Las autoridades habían advertido del peligro de ataques según se acerque la fecha de las elecciones legislativas.

La seguridad en Irak mejoró mucho a finales de 2007, después de que EE UU enviara cerca de 30.000 soldados de refuerzo, que concentró en las ciudades, sobre todo en Bagdad. La estrategia seguida entonces en Irak es una de las opciones que los expertos del Pentágono manejan para Afganistán. Los críticos del plan, al que en 2007 tildaron de cosmético, sostienen que los atentados como el de ayer demuestran que la estrategia seguida en Irak es un fracaso, pues la inseguridad regresa en cuanto se retiran los soldados estadounidenses de las calles.

EE UU tiene previsto retirar sus fuerzas de combate antes del 31 de agosto de 2010 y completar la retirada total a finales de 2011.

Un vehículo policial evacua a víctimas del coche bomba que estalló cerca del Ministerio de Justicia, en Bagdad.
Un vehículo policial evacua a víctimas del coche bomba que estalló cerca del Ministerio de Justicia, en Bagdad.AP
Más de un centenar de personas han perdido la vida tras la explosión de dos coches bomba en el centro de Bagdad. Fuentes policiales iraquíes han explicado que los vehículos estallaron de una manera simultánea en dos lugares distintos y que también han causado más de medio millar de heridos y cuantiosos daños materialesVídeo: VNEWS

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