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Chillida-Leku resucita en una muestra la devoción del escultor por Bach

La exposición cierra un año dedicado a la relación de Chillida con la música

"Escultura y música tienen el mismo espacio sonoro", reflexionaba Eduardo Chillida. El museo dedicado al artista en Hernani presentó ayer Chillida. Homenaje a Bach, una exposición dedicada a explorar el estrecho vínculo que unió al innovador escultor vasco con la música de Juan Sebastián Bach. Lo hará con una muestra que retoma un libro de artista publicado en 1997.

Las 12 serigrafías del escultor y las 16 partituras del compositor alemán que conforman el libro se exponen así en el museo como prueba de la admiración de Chillida hacia Bach. Junto con ellas, varias páginas resumen las reflexiones de Chillida. "¿Existen límites para el espíritu?", "¿No existe una comunicación oculta entre todo lo que es próximo?", se pregunta en ellas. En total, 40 páginas intercalan serigrafías, títulos de obras, partituras y reflexiones que se entremezclan con cuatro esculturas y las imágenes de otras como Homenaje a Juan Sebastián Bach, la más antigua, realizada en 1979.

La exposición atiende a cuatro conceptos que unen a los dos artistas, según la responsable del departamento de Obra y Artista del museo, Elena Solana. Por un lado, se subraya la síntesis que ambos autores suponen en sus respectivos campos artísticos: Bach como aglutinador de la tradición musical germánica y Chillida como innovador dentro de la tradición vasca. Un segundo punto de contacto es la improvisación propiciada por un enorme control de la técnica, según Solana. Además, ambos cuentan con un gran espíritu arquitectónico. "Bach es un arquitecto", resumía Chillida, "trabaja con el tiempo y con el sonido, no con los materiales del arquitecto". Finalmente, un cuarto concepto que busca subrayar la muestra es la variación en la que se mueven ambos artistas: repiten características, pero nunca una obra es igual a otra. Tanto Chillida como Bach realizaban sus obras "escuchando el presente", la evolución de las creaciones, tal y como recordó el hijo del artista, Luis Chillida.

Existen 129 ejemplares del libro, que costaba 2,5 millones de pesetas. "He tratado de meter el tiempo de la música dentro del libro", comentó el propio Chillida en su presentación en 1997, tras dos años de trabajo. Con esta muestra, que estará en el museo hasta el 22 de enero de 2010, Chillida-Leku culmina un año centrado en explorar la estrecha relación entre el escultor y la música.

Una joven contempla algunas de las serigrafías que integran la muestra.
Una joven contempla algunas de las serigrafías que integran la muestra.JESÚS URIARTE
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