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Reportaje:

El final de una historia

Alonso corre en Abu Dabi su última prueba con Renault

Aquella tuerca de la rueda trasera derecha que le saltó en Hungría en 2006 no la olvidará nunca. Fernando Alonso había realizado una remontada espectacular bajo la lluvia y se había situado líder de la carrera, arañando segundos en cada vuelta a todos sus rivales. Una demostración. Sin embargo, tras el segundo repostaje, una tuerca mal fijada arruinó su carrera y le obligó a abandonar. La historia se repitió este año en la misma carrera, en Hungaroring, cuando el asturiano estaba luchando al menos por el podio: la rueda delantera derecha le salió volando. Vivió muchas otras situaciones anómalas y algunas tan frustrantes como aquéllas. Sin embargo, en el momento de la despedida, lo que Fernando Alonso recuerda son los dos títulos mundiales que ganó con Renault en 2005 y 2006.

"Me da pena y siento emoción... Pero el año que viene lucharé por el título"
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Este fin de semana, en la carrera de Abu Dabi, la última del campeonato, Alonso se despide de Renault. El año que viene correrá con Ferrari. Será el final de un bello trayecto. Se mantuvo en el equipo durante cinco años, tras haber sido cedido a Minardi para que debutara en la F-1 en 2001. Recuperado para Renault en 2002, fue piloto de pruebas antes de disponer de un volante oficial en 2003. "Fue algo que nunca comprendí", ha explicado más de una vez. "Un año perdido". Probablemente, una de las decisiones más contradictorias de un Flavio Briatore que siempre confió ciegamente en Alonso y que fue construyendo el equipo en torno a él.

En 2007, Alonso creyó que había concluido un ciclo. "Ha finalizado una etapa y me voy al equipo que siempre había soñado", confesó cuando entró en McLaren Mercedes. Firmó por tres años, pero tras una temporada de escándalos -espionaje de McLaren a Ferrari- y enfrentamientos con Ron Dennis, director de la escudería, y su compañero de equipo Lewis Hamilton, decidió marcharse. Ferrari no podía acogerle porque había contratado a Raikkonen y a Massa para los próximos tres años.

Renault volvió a abrirle la puerta. "Sé que en este equipo trabajarán para mí y que me sentiré muy cómodo", reflexionó. Briatore le hizo un contrato a la medida. Consintió en firmar por un solo año renovable a otro, sabiendo que estaba pendiente de fichar por Ferrari. Le prometió un coche ganador. Pero no pudo ofrecérselo. En 2008, Renault pagó las consecuencias de un error fatal en el túnel de viento. Y en 2009, los dobles difusores convirtieron al R29 en un coche de la mitad de la parrilla.

"Para mí, la carrera de Abu Dabi será muy especial", confiesa Alonso. "Me gustaría acabar con un gran resultado, pero será imposible, porque el coche no ha sido rápido en las últimas carreras y aquí tampoco lo será. Eso le resta emoción. Pero existe una sensación de despedida. Cuando volvamos a vernos en invierno ya no estaré en este equipo y no volveré a subirme a un Renault. Me da pena y siento emoción. Pero pienso que el año que viene podré volver a luchar por el título".

Con Renault, Alonso logró 17 de sus 21 victorias, 16 de sus 18 pole positions, 41 de sus 53 podios y dos títulos (2005 y 2006). Pero en los dos últimos años ha vivido la frustración de no tener un coche ganador. Entre 2008 y 2009, el asturiano ganó dos veces y subió otras dos al podio. La victoria en Singapur, en 2008, le obligó a acudir al Consejo Mundial para demostrar que no tuvo nada que ver con el accidente voluntario de Nelsinho Piquet, que posibilitó su triunfo. Ahora, a dos meses de entrar en Ferrari, Alonso sólo quiere recordar los buenos momentos.

Alonso, en el <i>paddock</i> del circuito de Abu Dabi.
Alonso, en el paddock del circuito de Abu Dabi.AFP

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