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Estados Unidos vuelve a crecer por el impulso público a la economía

El producto interior bruto aumentó un 0,9% en el tercer trimestre tras un año de continuos retrocesos - El paro aún subirá hasta mediados de 2010

Estados Unidos dijo ayer adiós oficiosamente a la Gran Recesión, tras un año de contracción profunda que hizo temer incluso por una depresión de la economía. La actividad económica se expandió en el tercer trimestre un 0,9% (lo que equivale a una tasa anualizada del 3,5%), el mayor avance en dos años y con un vigor que no se vio tras la salida de otras crisis. La mayor economía del mundo, epicentro del terremoto financiero y económico cuya onda expansiva se ha extendido por todo el planeta, vuelve a crecer.

El impulso llegó en gran parte por los masivos incentivos públicos, lo que crea dudas sobre la sostenibilidad del repunte. El gigantesco déficit reduce el margen de maniobra de la Administración de Barack Obama y la Reserva Federal estará vigilante para retirar su enorme estímulo monetario si ve riesgos de aumento de la inflación. Los índices que deflactan el producto interior bruto (PIB) parecen alejar definitivamente el miedo a la deflación.

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Aunque en términos interanuales la economía aún se contrae un 2,3%, EE UU da el primer paso para salir de la peor crisis en siete décadas. Lo hace superando las previsiones de Wall Street, y el día del 80º aniversario del crash bursátil que marcó el inicio de la Gran Depresión. Con todo, Obama evitó la euforia al afirmar que es la "confirmación de que la recesión está remitiendo", pero queda "un largo camino para que la economía se recupere por completo".

La recesión arrancó oficialmente en diciembre de 2007, según el organismo que se encarga de datar los ciclos económicos. Sin embargo, la contracción del PIB sólo apareció en las estadísticas en el tercer trimestre de 2008, para acentuar su intensidad hasta el arranque de 2009, cuando la caída interanual llegó al 3,83% del PIB.

Los primeros signos de estabilización llegaron en el segundo trimestre, lo que invitó a hablar de los contestados brotes verdes. "Hemos recorrido un largo camino desde los primeros tres meses de 2009, cuando nuestra economía se contrajo de forma alarmante", dijo Obama, "pero queda mucho por hacer antes de restaurar plenamente la economía".

Aunque debe ser sometido a dos revisiones, el dato muestra por dónde llegó el fuerte impulso. Tras tres años de ajuste severo, la actividad en el sector inmobiliario subió a una tasa anualizada del 23,4%. Es el primer incremento desde finales de 2005 y el más alto desde 1986. La caída de los precios y, sobre todo, las ayudas públicas a los créditos a la compra de la primera residencia están detrás de este fuerte repunte.

El gasto del consumidor, del que dependen tres cuartas partes del PIB, subió a un ritmo anual del 3,4%. Y aquí también ayudó otra inyección de estímulos a la compra de vehículos más eficientes en el uso de combustible, el conocido como "dinero por chatarra" (cash for trash). Pero como en la vivienda, estos programas tienen fecha de caducidad.

La versión estadounidense del Plan Renove ya expiró, y los créditos para la compra de la primera vivienda caducan a final de año. El Congreso de EE UU trata de prorrogar esta última medida hasta la primavera de 2010, y ampliarla a otro tipo de compradores. Esto alimenta inevitablemente el debate sobre la salud de la economía, y lanza la pregunta de qué pasará cuando se retiren esos masivos estímulos.

"Ciertamente los estímulos desempeñan un papel relevante en el repunte", dijo Christina Romer, presidenta del consejo de asesores económicos de la Casa Blanca. Sin estos incentivos, dijo, "estaríamos en tasas cercanas al 0% o negativas". Ahora espera que el sector privado asuma pronto el liderazgo como motor de la economía.

En el lado negativo, el incremento de la inversión empresarial en equipamiento y material informático se vio neutralizado por el desplome de la inversión en estructuras. Y la balanza comercial también hizo de lastre, porque el empujón que da la debilidad del dólar a las exportaciones (subieron a una tasa anual del 14,7%) se vio superado por un mayor apetito hacia las importaciones (16,4%).

La recesión la dará por finalizada oficialmente el National Bureau of Economic Research, que tarda meses en alcanzar una conclusión y toma en cuenta no sólo la evolución del PIB sino también otros datos, como la evolución del mercado laboral. Para el Conference Board, el dato del tercer trimestre "muestra claramente que se empieza a salir del hoyo". "Pero queda aún mucho camino por delante, y no sabemos aún mucho sobre la sostenibilidad de estas primeras señales de recuperación", advierten.

Como admitió Romer, "hay incertidumbre sobre cómo será el crecimiento" en los próximos trimestres, aunque reiteró que "lo importante es que hayamos dejado atrás los números negativos". La previsión para los próximos dos trimestres ronda el 2% o 3% en tasa anualizada. La cuestión crucial es qué pasará con el empleo. "Seguiremos perdiendo puestos de trabajo", admite la consejera. Se esperan aún tres trimestres de degradación en el mercado laboral y que el paro se mantenga por encima del 10%.

En este sentido, Obama dijo que aunque hay "progresos reales", su referencia para medir la fortaleza de la economía "no es sólo si el PIB crece, sino hasta qué punto creamos empleos, si las familias tienen más fácil pagar sus facturas y si las empresas contratan y les va bien".

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