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El verano modera las pérdidas

El verano ha amortiguado las pérdidas de Iberia, que obtuvo en el tercer trimestre (julio-septiembre) un resultado neto negativo de 16,4 millones de euros, frente a 30,4 millones de beneficio del mismo periodo del año anterior. En los nueve primeros meses del año la compañía ha acumulado unas pérdidas netas de 181,9 millones.

Los ingresos han seguido sufriendo los efectos de la crisis, con una caída del 19,6%, pero se ha conseguido reducir los gastos en un 15% el pasado verano frente al anterior, sobre todo por la caída del precio de los carburantes, que ha hecho bajar la factura del queroseno un 34%. La plantilla se ha reducido en el equivalente a 875 empleos respecto al verano de 2008.

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Pese a la relativa moderación de los números rojos, la demanda ha sufrido aún más que en el trimestre anterior, lo que se ha traducido en un batacazo de la ocupación, sobre todo en los vuelos de largo radio, que hasta ahora habían resistido mejor la crisis. Se llenaron mejor los aviones en vuelos nacionales y europeos por la reducción de la oferta, pero las rutas transatlánticas pierden más de tres puntos porcentuales de ocupación.

Sin embargo, el ingreso medio por asiento (yield), el indicador que más preocupa a las aerolíneas, se ha recuperado en el tercer trimestre en los vuelos de largo y medio radio, pero sigue cayendo en el doméstico.

La asistencia en tierra (hand-ling) es la única unidad de negocio que incrementa los ingresos, aunque un irrisorio 0,4%, por la incorporación de Vueling como nuevo cliente. El mantenimiento sufre la caída de precios pero los ingresos sólo cayeron un 5,2% que Iberia atribuye a "diferencias en los calendarios de trabajo" respecto al año anterior, por lo que afirma que se recuperarán en el cuarto trimestre.

Las acciones de Iberia cayeron ayer en Bolsa un 3,15% tras la espectacular subida del 11,8% del jueves. En cambio, British Airways subió un 0,83%. Con ello se agranda la brecha entre las cotizaciones reales y la valoración teórica que se desprende de la ecuación de canje. De acuerdo con ésta, las acciones de Iberia deberían valer un 2% más que las de British y, en lugar de ello, valen un 11% menos, quizá por la lejanía de la fusión efectiva y las incertidumbres que la rodean.

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