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La Comisión da luz verde a las ayudas a ING, Lloyd's y KBC

Andreu Missé

La Comisión Europea aprobó ayer los planes de ayudas públicas y de reestructuración de tres importantes grupos bancarios europeos: el británico Lloyd's, el holandés ING y el belga KBC. Bruselas dio luz verde a las ayudas que han comportado la venta de una parte de sus actividades financieras o de seguros. El objetivo de la Comisión es "asegurar que los bancos que han recibido ayudas puedan operar en el futuro sin tales subvenciones y con modelos empresariales sostenibles a largo plazo".

Los tres criterios aplicados para aprobar los planes de reestructuración son: que el banco sea viable en el futuro sin nuevas inyecciones de dinero de los contribuyentes; que contribuya en una proporción significativa a los costes de la reestructuración mediante la venta de activos u otros medios; y que las distorsiones de competencia creadas por las ayudas sean reconducidas mediante significativas reducciones de sus actividades.

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Lloyd's se recapitalizó mediante una ayuda pública de 19.000 millones de euros para facilitar la compra de HBOS, que estaba prácticamente en quiebra. En contrapartida, el Estado británico adquirió el 43,5% de la entidad. Lloyd's amplió capital el 3 de noviembre por 20.500 millones de libras (menos de 23.000 millones de euros), de los que 5.900 millones de libras fueron aportados por el Estado y, por tanto, considerados como ayudas públicas. La comisaria de Competencia, Neelie Kroes, considera que "el plan responde a los problemas de competencia y garantiza la viabilidad a largo plazo de Lloyd's".

Reestructuración

ING, por su parte, recibió del Estado holandés 10.000 millones de euros en 2008, una línea de garantías de liquidez de 12.000 millones de euros y posteriormente logró ayudas para afrontar el problema de sus activos tóxicos, que cubrieron el 80% de su cartera de 39.000 millones de dólares (26.000 millones de euros). Kroes manifestó su satisfacción por el hecho de que "ING está financiando una parte significativa de sus costes de reestructuración".

En el caso de KBC, la entidad belga se ha beneficiado de dos operaciones de recapitalización por un total de 7.000 millones de euros y de una medida de salvación destinada a garantizar su cartera de activos tóxicos. La comisaria estima que "la reestructuración de KBC restablecerá a largo plazo su viabilidad y limitará las distorsiones de competencia".

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