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Diez días en el agua

"Por mi trabajo, suelo ver este tipo de cosas, pero creo que no seré capaz de ver así a un familiar mío". Finalmente, Fatiha, la tía de Abdelkáder H., que trabaja como médico forense en París, no tuvo más remedio que identificar el cuerpo sin vida de su familiar. Ella y su hermano, que reside en Marsella, viajaron a Bilbao el pasado martes 17 para hacerse cargo de la repatriación del cadáver de Kadero a Argelia. El coste de ésta ascendió a 3.500 euros, que la médico pagó de su bolsillo.

Pasaron diez días hasta que el cuerpo del joven fue encontrado. Pese a que la Ertzaintza y los Bomberos fueron movilizados en su búsqueda, fue un particular -un hombre que paseaba por la ribera de Olabeaga- quien localizó el cadáver el lunes 16, a sólo 50 metros de donde desapareció. "Creo que ha habido desinterés en su búsqueda", se queja Iris, amiga de la familia de Kadero, que añade que los familiares no han recibido ninguna ayuda de las autoridades.

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Morir por miedo a ser expulsado

Después de serle realizada la autopsia, el cadáver fue trasladado al Tanatorio de la Funeraria Bilbaína, donde fue lavado por un imam y velado según el rito musulmán.

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