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Fomento y la Comunidad no hacen todos sus deberes

Pilar Álvarez

Ya está dicho. El atasco no se soluciona con más carreteras. Hay que hacerlo al revés. Sacar al coche del tráfico, disuadir al conductor para que lo deje en casa o, al menos, a las afueras de Madrid. Para quitar espacio al vehículo, para que el coche no entre en la ciudad, hace falta una red amplia de transporte público, que Madrid ya tiene, complementada con dos tipos de infraestructuras que aún no están en marcha. Las dos administraciones que tienen que impulsarlas (el Ministerio de Fomento y la Comunidad de Madrid) no han hecho bien sus deberes. Aún no están operativos los carriles bus-VAO ni la red de aparcamientos disuasorios difuminados por el extrarradio.

En la carretera de A Coruña (A-6) funciona el único gran carril de entrada a la ciudad desde hace 15 años. Sólo para autobuses públicos y vehículos de alta ocupación. Absorbe entre el 15% y 20% del tráfico, según estimaciones de la DGT, y a la mitad de las personas que viajan por esa vía, ya que los coches llevan por obligación más pasajeros. Se han previsto otros iguales en todas las entradas a Madrid. Los proyectos están redactados -los más avanzados son los de la A-2 y la A-42, según Fomento-, pero no cerrados, pese a que se anunciaron ya hace cinco años, en 2005, cuando aún no era titular el actual ministro, José Blanco (PSOE).

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¿Quién tiene la culpa del atasco?

Tampoco hay un avance claro en la segunda infraestructura necesaria, los aparcamientos disuasorios. Esta vez la competencia es de la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, con el consejero José Ignacio Echeverría al frente. Y son una promesa electoral. El Partido Popular se comprometió a construir 50 aparcamientos disuasorios en esta legislatura, que acaba el año que viene, de los que sólo se han puesto en marcha tres. Uno en Colmenar Viejo, junto a la estación de Cercanías. Otro junto a la estación de Metro de Rivas Futura y el tercero, el más reciente, en la Ciudad Universitaria de la Universidad Complutense, que abrió después de llevar 15 años construido. Suman 3.813 plazas disuasorias, un 17% más de las existentes en 2007 alcanzando las 21.538 plazas, según datos facilitados por la consejería.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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