_
_
_
_
_

Madrid, distrito global

Los inmigrantes bolivianos y rumanos eligen presidente - Los candidatos dan mucha importancia al voto de fuera

Viven aquí pero votan por cambiar (o mantener) el escenario político a miles de kilómetros de distancia. Bolivianos y rumanos residentes en Madrid tenían ayer una cita electoral para elegir a sus representantes políticos en sus países de origen.

Para los bolivianos -el cuarto país americano en número de inmigrantes en Madrid, por detrás de Ecuador, Colombia y Perú- era una ocasión histórica. Por primera vez pueden participar en las elecciones nacionales desde la distancia. Y muchos no quisieron perderse la cita. Las largas colas desbordaron a la organización. Hubo protestas por las esperas, por la tardanza en la apertura de las mesas electorales y por la picaresca de quienes intentaban entrar evitando guardar cola. Madrid, uno de los tres distritos electorales con Barcelona y Valencia, congregó a miles de participantes que llegaron incluso en autobuses desde otros puntos de la península, como Granada o Sevilla, desde donde llegaron cuatro autobuses. Más de 3.000 ya habían votado y otros 3.000 aguardaban en fila a las tres de la tarde, según datos facilitados por la Corte Nacional Electoral (CNE) de Bolivia en Madrid, que señaló que los primeros electores se congregaron el sábado a medianoche. Reclaman más atención y respaldo de sus países de origen. Los programas electorales se acuerdan de ellos con promesas como la apertura de más consulados, la convalidación de títulos universitarios y profesionales o la creación de un Ministerio de la Migración, Igualdad y Derechos Humanos.

"Ejercer tu derecho desde aquí es más emotivo", explica un boliviano
Más información
Muchos electores y pocas urnas

Los rumanos, la comunidad inmigrante más numerosa de la región con 205.784 ciudadanos, vivieron la segunda vuelta de sus comicios para elegir presidente en una jornada sin incidentes y más concurrida que la primera vuelta celebrada el pasado 22 de noviembre, según confirmaron fuentes de la Embajada de Rumanía y de la Federación de Rumanos en España (Fedrom).

Las calles que llevan al centro cultural Cánovas del Castillo, en Usera, están repletas de carteles electorales. Candidatos sonrientes sobre un eslogan en papel brillante. Carteles al uso. Lo novedoso es que quienes sonríen son Evo Morales, actual presidente de Bolivia, y Manfred Reyes, el segundo favorito según las encuestas. Ya de madrugada, los dos colegios electorales madrileños (ambos en Usera) empezaron a congregar votantes.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

En cinco puntos de la región -en Madrid, Torrejón, Alcalá, Getafe y Coslada-, los rumanos celebraron también una cita electoral para elegir en segunda vuelta entre el centroderechista Traian Basescu y el socialista Mircea Geoana. Fuentes de la Embajada y de la Federación de Rumanos de España (Fedrom) señalaron que la jornada transcurrió con menos colas que la primera vuelta, y que subió la participación respecto a la cita electoral del 22 de noviembre.

Las citas electorales, las colas de votantes, los carteles e incluso las visitas se multiplican. Madrid, con más de un millón de ciudadanos de otros países, se ha convertido en un distrito electoral global en el que la voz de los inmigrantes cada vez pesa más. Hace menos de tres meses, Evo Morales visitó España en lo que se interpretó como el inicio de su campaña electoral en uno de los países con más compatriotas inmigrados, tras Argentina, Brasil y Estados Unidos. Más de 55.000 bolivianos residen en Madrid de los que 18.349 se registraron en el padrón electoral. Morales dio un mitin en Leganés ante 7.000 personas y prometió luchar por la regularización de los inmigrantes. En su programa Bolivia somos todos, el actual presidente promete la creación de un Ministerio de Migración, que las aportaciones de la Seguridad Social sean válidas en Bolivia y agilizar la renovación de permisos de conducir caducados en España.

El tercer candidato en liza, según las encuestas, es Samuel Doria, de Unidad Nacional. Hace un mes visitó Madrid y Barcelona también con una lista de promesas a medida: el derecho a la nacionalidad española a los hijos de los inmigrantes (la nueva legislación sobre nacionalidad promovida por Morales les reconoce como bolivianos, pero les priva del acceso automático a la nacionalidad española que tenían hasta ahora), ampliar el número de consulados o la creación de una oficina que defienda los derechos de los bolivianos en España.

Unos votan para volver, otros para dignificarse. El representante de la Corte Nacional Electoral (CNE) de Bolivia en Madrid, Sebastián Salinas, destacó ayer la importancia de esta primera votación desde el extranjero, que contribuye a "devolver la dignidad" a la comunidad de bolivianos en el exterior. Denunció que "a veces" este colectivo resulta "invisible" tanto para las autoridades del país de origen como en el lugar de destino.

El voto desde el exterior, indicó, "contribuye al proceso de consolidación democrática" en el país andino. En la fila, Luis Enrique, de Cochabamba, le da la razón a su modo. El hombre, con un gorro de lana calado hasta las cejas, guardó cola desde las ocho de la mañana. Tiene 37 años y lleva tres en España. Cuida a un coronel retirado con alzhéimer. Cobra 600 euros por media jornada. El voto desde España, a más de 9.000 kilómetros de su casa, es "mucho más emotivo", admite. "Sientes que te toman en cuenta y eso está muy bien".

Una mujer rumana examina una papeleta para elegir al presidente de su país.
Una mujer rumana examina una papeleta para elegir al presidente de su país.GORKA LEJARCEGI

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_