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El futuro de Europa

La UE ayudará a los países en desarrollo a combatir el cambio climático

Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se sentaron anoche a cenar dispuestos a probar de una vez a los países en desarrollo que hablan en serio cuando dicen que les ayudarán a adaptarse a la lucha contra el cambio climático. La canciller alemana, Angela Merkel, que había guardado silencio en días anteriores, acudió con una idea clara: "La ayuda a los países en desarrollo es importante para el éxito" de la cumbre de Copenhague. Europa aportará unos 2.000 millones de euros de los 6.800 millones con que los ricos apoyarán cada año hasta 2013 a los pobres. España contribuirá a razón de 100 millones anuales.

Para alentar a los países en desarrollo a construir el pos-Kioto, los Veintisiete consideraban de máxima urgencia ofrecerles una aportación sustancial, pero justa, de ayuda para hacer la transición durante el trienio 2010-2012. A falta de que los jefes de Estado y de Gobierno anuncien hoy oficialmente los términos de esa financiación adelantada, anoche se contabilizaban ofertas firmes que permitían aventurar el éxito. "Habrá una cifra", dijo con una sonrisa una fuente diplomática.

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La presidencia sueca, intentando dar ejemplo, anunció la liberación de 250 millones anuales; Londres llegó con 295 millones y España, con 100 millones. Cantidades menores aportaron Dinamarca (53 millones), Bélgica (50 millones) y Finlandia (33 millones). Grandes economías como la alemana o la francesa están dispuestas a contribuir en consonancia a su potencial, "a razón de varios cientos de millones anuales cada una", según una fuente comunitaria conocedora de la negociación. A la espera de la decisión de Nicolas Sarkozy, una fuente francesa aseguró: "Francia será generosa".

Las demandas de contribuciones voluntarias chocan con la realidad de la crisis que tiene a algunos países de la Unión entre la espada y la pared, como se ha visto en Grecia. "Sabemos que algunos atraviesan una situación económica extremadamente complicada", reconoció Cecilia Malmström, ministra sueca de Asuntos Europeos y futura comisaria de Justicia. "Pero animamos a todos, porque hasta las contribuciones más pequeñas ayudarán a mostrar que somos serios".

Más difícil estaba llegar a un acuerdo sobre el incremento del 20% al 30% del recorte en la emisión de gases de efecto invernadero. El aumento está supeditado a que en Copenhague "los otros hagan esfuerzos comparables", como señaló un embajador, que hizo notar que los detalles de la cita danesa no se sabrán hasta la auténtica cumbre, a celebrar los días 17 y 18, cuando los mandatarios acudan a Copenhague. La propia Unión considera factible celebrar allí un consejo para adoptar la decisión definitiva.

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El grupo ecologista Greenpeace, molesto con tantas dudas, sorprendió con un golpe de efecto de los suyos al irrumpir en la zona de acceso a la sede del Consejo con una caravana de tres vehículos. De ellos emergieron un puñado de activistas con pancartas en las que se leía: "UE: Salva Copenhague". El incidente concluyó sin consecuencias. Más información en páginas 38 y 39

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