_
_
_
_
_

Un mafioso refuta las acusaciones contra Berlusconi

Graviano niega toda relación con un estrecho colaborador de Il Cavaliere

El capo de la mafia Filippo Graviano, ex jefe de la familia de Brancaccio (Palermo) junto a su hermano menor, Giuseppe, declaró ayer en el juicio de apelación por asociación mafiosa que se sigue contra el senador Marcello Dell'Utri, cofundador de Forza Italia junto a Silvio Berlusconi y patrón de Publitalia, condenado a nueve años en primer grado por asociación mafiosa.

Graviano, de 48 años, contradijo las declaraciones que Gaspare Spatuzza, su ex brazo derecho, hoy colaborador de la justicia, hizo el viernes pasado ante un tribunal de Turín. El arrepentido Spatuzza había sostenido que Filippo Graviano le dijo en la cárcel en 1994 que si los [políticos] que tenían que moverse no cumplían sus promesas (en referencia a Dell'Utri), los mafiosos detenidos deberían empezar a tirar de la manta y hablar con los jueces.

El capo cumple cadena perpetua por atentados cometidos en 1992
Más información
La mafia invirtió en los negocios inmobiliarios de Berlusconi en Milán, según un testigo clave

El mayor de los Graviano rebatió esa afirmación: "Nunca pude decirle esas cosas a Spatuzza", afirmó. Según explicó, cuando fue arrestado en 1994 le quedaban solo cuatro meses de cárcel por cumplir: "No tenía problemas y nadie debía prometerme nada".

Además, el capo negó secamente haber conocido o mantenido relaciones, directa o indirectamente, con Dell'Utri, y aseguró que nunca ha buscado "atajos" para negociar beneficios de pena con el Estado, aunque lleva "diez años poniendo la legalidad en lo más alto de la escala de valores".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Metido en su papel de irreductible, Graviano negó incluso conocer a Salvatore Spataro, uno de los capos con los que estaba cenando la noche de su arresto en un restaurante de Milán, en enero de 1994. Años más tarde, el boss fue condenado a cadena perpetua como responsable de los atentados mafiosos de 1992 y 1993 junto su hermano Giuseppe.

Éste, que también había sido citado como testigo por los jueces para contrastar las palabras de Spatuzza, declinó declarar alegando razones de salud. Su abogado explicó: "Es un muerto en vida, está alienado completamente y no ganaría nada testificando. Eso me ha dicho".

Cosimo Lo Nigro, otro capo que según Spatuzza asistió a un encuentro con Giuseppe Graviano en el que éste habría afirmado que Dell'Utri y Berlusconi "habían puesto el país a los pies" de la Cosa Nostra, desmintió al arrepentido diciendo que sólo había conocido a los Graviano en la cárcel.

La sentencia de primer grado contra Dell'Utri, dictada en 2004 a partir de una treintena de testimonios de arrepentidos de mafia, consideró probado que el senador siciliano "mantuvo relaciones durante cerca de treinta años" con la Cosa Nostra.

En realidad, Spatuzza se ha limitado hasta ahora a confirmar la versión de un arrepentido anterior, Antonio Giuffrè, quien aseguró que los hermanos Graviano y Dell'Utri eran intermediarios entre la mafia y Silvio Berlusconi.

La reacción del primer ministro fue ayer de alivio e ironía. "¿Qué os puedo decir? Estamos en plena comedia. ¿Qué os esperábais? Eran todo charlas, falsedades", señaló Berlusconi.

Desde la oposición, Massimo D'Alema comentó que parece lógico que Graviano desmienta a su lugarteniente: "Spatuzza es un arrepentido, Graviano no. Si un arrepentido hace revelaciones sobre su jefe es difícil que éste las confirme".

El senador italiano Marcello Dell'Utri durante el juicio.
El senador italiano Marcello Dell'Utri durante el juicio.AFP

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_