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Reportaje:Consultas populares en Cataluña

"¿Hoy se vota... qué?"

Las grandes ciudades quedan apartadas de la consulta independentista

Jornada de contrastes ayer en Cataluña. La excitación de algunos municipios por la llamada extraordinaria a las urnas compartió escenario con la indiferencia vivida por la mayoría. Los núcleos más habitados quedaron al margen, apartados de momento de la oleada independentista. No se votó en las cuatro capitales de provincia -Barcelona, Tarragona, Lleida y Girona- ni en otras grandes urbes, como L'Hospitalet de Llobregat, Sabadell y Terrassa.

En Barcelona, las compras vencieron al frío. La apertura de comercios motivó que la gente se agolpara en la calle, donde los transeúntes estaban más preocupados de preparar las navidades que de la independencia. "Mejor comprar que votar", ilustró Eva Martínez, de 43 años.

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La mayoría conocían el sentido de la consulta y su deseo de participación cambiaba en función de la ideología: "Si se hace en Barcelona, votaré que sí", zanjó Xavier Grau, de 50 años, que deberá esperar a que la consulta independentista prospere en la capital.

A las comarcas de Tarragona no les quedó ni el consuelo de las tiendas abiertas. La jornada, fría y lluviosa, contribuyó a un domingo de sofá y manta. Los comercios cerraron y los paseantes de las principales arterias de la ciudad podían contarse con los dedos de dos manos.

La segunda provincia más poblada de Cataluña fue la menos movilizada -sólo pudo votar el 1,4% de la población-, aunque no pareció frustrar a nadie en Tarragona: "¿Hoy se vota... qué?", se sorprendió Núria Santpere, empresaria de 31 años que declara sentirse más catalana que española. "Aquí no importa mucho ser independientes o no. Tarragona siempre ha sido muy neutral, somos la Suiza de Cataluña", razonó para explicar la indiferencia general.

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El vacío también fue evidente en Reus. Las tímidas iniciativas lanzadas en la provincia ni cuajaron en el tejido social ni obtuvieron apoyo político en un territorio dominado por el PSC. "Me importa lo mismo que se vote o no se vote", apuntó Ignasi Guardia, independentista reusense de 46 años. "No servirá de nada".

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