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Atentado frustrado en Detroit

Londres denegó en mayo la entrada al nigeriano detenido en Detroit

El padre de Abdulmutallab alertó a EE UU del fanatismo religioso de su hijo

Los servicios de inmigración de Reino Unido denegaron la entrada en el país el pasado mayo a Umar Farouk Abdulmutallab, el nigeriano de 23 años al que Estados Unidos ha acusado de intentar volar un avión cuando iba a tomar tierra en Detroit procedente de Ámsterdam. Hijo de un acaudalado financiero, Abdulmutallab estudió ingeniería mecánica en el University College London entre septiembre de 2005 y junio de 2008 y abandonó Reino Unido tras graduarse.

En mayo pasado intentó enrolarse en un nuevo curso de seis meses, pero la Agencia de Fronteras de Reino Unido le denegó en esta ocasión el visado por entender que el establecimiento en el que quería seguir esos estudios "no fue considerado genuino". El joven ya no contaba con el apoyo económico de su poderosa familia, que antes le había permitido alojarse en un lujoso apartamento del centro de Londres mientras cursaba estudios en el prestigioso University College London.

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Su padre, Alhaji Umaru Mutallab, es un banquero muy conocido en Nigeria que hasta hace unas semanas presidió el First Bank of Nigeria. En los años setenta fue ministro del Gobierno federal nigeriano y ha sido también director general del United Bank for Africa.

Alhaji ha asegurado que la familia no tenía contacto con su hijo desde que éste abandonó Londres en octubre del año pasado, creen que para vivir en Yemen. Ha declarado también que hace seis meses se puso en contacto con la Embajada de Estados Unidos en Abuja, la capital nigeriana, para explicarles que su hijo se había convertido en un fanático religioso y que temía que pudiera estar relacionado con actividades terroristas.

Fuentes del Gobierno de Estados Unidos citadas anónimamente por varias agencias han admitido que Umar Farouk fue incluido como sospechoso en una base de datos de seguridad, conocida como Terrorist Identities Datamart Environment (Tide), en la que hay más de 550.000 nombres, pero que no había suficiente información para integrarlo en la más reducida Terrorist Screening Data Base, en la que se incluyen los sospechosos que no pueden volar a Estados Unidos. El joven tenía un visado en regla para poder entrar en el país.

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Funcionarios norteamericanos han informado a su familia de que creen que, después de su estancia en Londres, vivió en Yemen y luego en Ghana, antes de volver a Nigeria, desde donde embarcó en Lagos hacia Amsterdam para hacer escala con destino a Detroit. Se cree que también ha visitado Egipto y Dubai. Antes de cursar estudios superiores en Londres, estudió en Lomé (Togo), donde aparentemente empezó a radicalizarse.

Los medios británicos daban ayer visiones contrapuestas sobre su personalidad. Michael Rimmer, un británico que le tuvo como alumno en sus clases de Historia en la Escuela Internacional Británica, le describió en declaraciones a la BBC como "el sueño de todo maestro: muy perspicaz, entusiasta, muy brillante, muy educado". "Es un chico de buena presencia, que viene de una buena familia", añadió, y al mismo tiempo "muy religioso" y con opiniones a veces "un poco extremas". Y recuerda que en 2001, en un debate en clase sobre los talibanes, "los demás alumnos musulmanes los consideraban una pandilla de locos, pero Umar habló en su defensa". Pero tuvo la impresión de que "estaba jugando a ser el abogado del diablo".

Fabricio Cavallo Marincola, un estudiante que coincidió con Abdulmutallab en las clases de Ingeniería Mecánica en Londres, le describe con menos entusiasmo en declaraciones a The Independent on Sunday. "No diría que fuera particularmente brillante o algo así. Siempre hacía lo mínimo necesario en sus trabajos y sólo aparecía a las horas de clase", dice Cavallo. "Era muy religioso. Cuando estábamos estudiando siempre se iba a rezar. Parecía muy tranquilo. Era bastante callado y no era muy sociable ni tenía ninguna novia, que yo supiera", añade.

Un policía acordona la calle del centro de Londres donde residió Umar Farouk Abdulmutallab.
Un policía acordona la calle del centro de Londres donde residió Umar Farouk Abdulmutallab.EFE

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