España y Euskadi fortalecen su pacto antiterrorista a través de la Ertzaintza

"El final de ETA es una prioridad que comparten los gobiernos" central y autonómico. Bajo esta premisa se enmarca el protocolo de coordinación pactado ayer entre el Ministerio del Interior y el departamento vasco del ramo para reforzar el papel de la Ertzaintza en la lucha antiterrorista a través de su colaboración con las otras fuerzas de seguridad del Estado. El acuerdo se rubricó a la conclusión de la Junta de Seguridad entre ambas administraciones, celebrada tras cinco años de ausencia en la comisaría de Erandio, bajo la presidencia del ministro, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero, Rodolfo Ares.

Gracias al acuerdo, la Policía vasca intercambiará con el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista información relevante, análisis y evaluaciones de la amenaza terrorista. El CNCA facilitará los estudios e informes de carácter estratégico que elabore y que afecten fundamentalmente al País Vasco. La Ertzaintza, por su parte, compartirá todos los datos que disponga sobre ETA. Además, las administraciones comunicarán con inmediatez las operaciones antiterroristas que lleven a cabo. El protocolo recoge también que la academia de Arkaute, en colaboración con el ministerio, organizará actividades formativas en materia de lucha antiterrorista.

"La coordinación en Francia beneficia a los ciudadanos", considera el SUP

Para la CEP es un "gesto electoralista" que "vulnera" competencias

No habrá, sin embargo, una presencia continua de la Ertzaintza en Madrid, ni viceversa. "Los medios actuales no lo hacen necesario", explicó ayer Ares. La colaboración se limitará a contactos permanentes. Ambas partes, de hecho, mantendrán reuniones de coordinación y seguimiento, para poner en común sus criterios, con una periodicidad trimestral.

Punto destacado de la jornada fueron las bases de datos. Ambas administraciones comparten ya las de ADN y señalamientos, el programa estadístico de seguridad, el sistema de consulta de vehículos, el de interceptación de comunicaciones y el de recepción de medidas cautelares, a los que esperan sumar, "en un plazo máximo de seis meses", la base de antecedentes policiales y el sistema automático de identificación dactilar. El objetivo es compartir "la máxima información posible en el menor tiempo".

El consejero celebró el encuentro y el acuerdo alcanzado al entender que supone un paso más "para acelerar el final" de la banda. Ares destacó que "el objetivo no es competir" entre cuerpos policiales, sino practicar detenciones, y destacó el papel de la Ertzaintza para "segar la cantera de ETA". "Los jóvenes deben saber que si deciden integrarse en la banda sólo les queda recorrer el camino de la cárcel", advirtió.

El ministro también se felicitó por el acuerdo alcanzado y rechazó las críticas del PNV, que previamente había acusado a socialistas y populares de imposibilitar en Madrid un acuerdo similar durante los mandatos jeltzales al frente del Gobierno vasco. "Nuestro objetivo es mejorar la coordinación y en cada reunión avanzamos un poco. Tuve una gran relación con Javier Balza que dio resultados y el objetivo es irlos mejorando", explicó.

La colaboración antiterrorista no fue la única cuestión que se abordó en la Junta de Seguridad. Ambas administraciones acordaron también la incorporación de la Ertzaintza, "antes de que finalice febrero" a la comisaría mixta hispano-francesa de Hendaia, donde compartirá presencia con el Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y la Gendarmería gala. Allí colaborará en tareas como la delincuencia fronteriza, el tráfico ilícito o la inmigración ilegal, pero no en materia de terrorismo.

El Sindicato Unificado de la Policía (SUP) valoró ayer el anuncio al considerar que "es bueno para la seguridad de los ciudadanos" y "contribuirá a la coordinación" del puesto fronterizo. En sentido contrario, la Confederación Española de Policía (CEP) lo definió como un "gesto electoralista", motivado por un uso político, que "vulnera" las competencias exclusivas del Cuerpo Nacional de Policía.