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Bernanke niega que los tipos de interés bajos alimenten burbujas

EE UU mantendrá el precio del dinero al menos medio año

Ben Bernanke se ha puesto los guantes de boxeo para defenderse de las críticas que está recibiendo ante su posible confirmación para un segundo mandato. El presidente de la Reserva Federal (Fed) no sólo no cree que sea el momento para subir los tipos de interés. Además, ante un foro de economistas en Atlanta, rechazó ayer que la estrategia de dinero barato seguida por el banco central de EE UU fuera un aliciente a la especulación y alimentara burbujas como la de la vivienda.

El vínculo directo entre la política monetaria y el rápido incremento del precio de la vivienda, según Bernanke, "es débil". En su opinión, "no parece" que la política de la Fed durante la última década "haya sido inapropiada". Y ni mucho menos cree que se deba culpar al banco central de EE UU por las burbujas en otros países.

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El presidente de la Fed, pendiente de que el Senado lo confirme para un segundo mandato, cree que los abusos que llevaron al colapso del mercado hipotecario dentro y fuera de EE UU fueron consecuencia de una supervisión laxa. Y por este motivo opina que la mejor respuesta al boom inmobiliario "debería haber sido reglamentaria, no monetaria".

"Todas las burbujas parecen obvias en retrospectiva", dijo. Para Bernanke, una regulación fuerte debe ser la primera defensa frente a espirales especulativas que pueden hundir a la economía. Sin embargo, no descartó que si falla, el alza de tipos de interés sea un instrumento de último recurso para ponerles freno.

En el mismo foro, Donald Kohn, vicepresidente de la Fed, hizo una interpretación más amplia del debate. Y en respuesta a las críticas que está recibiendo el banco central por mantener los tipos tanto tiempo en la zona cero, precisó que subirlos para prevenir burbujas especulativas es inefectivo y puede dañar una economía aún frágil.

"Puede pasar factura a medio plazo en términos de estabilidad económica", dijo Kohn. Bernanke recordó que si en 2003 y en 2004 se hubieran subido los tipos lo suficiente como para constreñir la burbuja hipotecaria, eso "podría haber debilitado seriamente a la economía justo cuando la recuperación de la recesión previa empezaba a cimentarse".

La historia vuelve a repetirse. La economía crece ahora con debilidad. La vivienda avanza con lentitud hacia la estabilización. El consumo se anima. Y el mercado laboral empieza a tocar fondo. Así que en Wall Street dan por descontado que, tras un año con los tipos en la zona cero, es inevitable que empiecen a subir más pronto que tarde.

El acta de la última reunión de 2009, que se publicará el próximo miércoles, ayudará al mercado a entender lo que pasa por la cabeza de sus miembros. Los tipos se mantendrán "excepcionalmente bajos" durante un "periodo prolongado". Eso, en el lenguaje de la Fed, se interpreta como que las cosas seguirán igual seis meses más, hasta mediados de 2010.

Pero eso no quita que el equipo de Bernanke se encuentre cada vez más cómodo para empezar a retirar las masivas inyecciones de liquidez. El 1 de febrero empezarán a desmantelarse los primeros mecanismos. Donde seguirá fluyendo dinero será en el mercado hipotecario, donde la Fed no tiene intención de tocar las cosas hasta primavera.

La marcha del empleo será determinante en la definición de la estrategia monetaria en esta fase incipiente de la recuperación. La recesión se llevó por delante más de siete millones de empleos y hay 15,2 millones en paro, 5,6 millones de larga duración. El viernes se dará a conocer el dato de desempleo de diciembre, con la previsión de que repunte una décima, al 10,1%.

Ben Bernanke, durante su intervención de ayer en la Asociación de Economistas, en Atlanta (EE UU).
Ben Bernanke, durante su intervención de ayer en la Asociación de Economistas, en Atlanta (EE UU).REUTERS

"Debemos aprender mucho aún"

"Nunca anticipé una crisis de esta magnitud". Lo admitió Ben Bernanke ante el comité financiero del Senado de EE UU, cuando compareció para ver si mantiene su trabajo a partir de febrero. Pero para continuar al frente del banco central más poderoso del mundo no sólo debe reconocer sus errores; también debe aprender de ellos.

Bernanke aseguró ayer, tras experimentar el daño causado por burbujas especulativas como la de la vivienda, que la Reserva Federal (Fed) estará "especialmente vigilante" para no volver a tropezar en la misma piedra. Y pidió que todos los esfuerzos se dirijan a reforzar el sistema regulador, "para prevenir otra crisis".

"Claramente, debemos aprender aún mucho sobre cómo podemos ejecutar mejor la política monetaria y hacer frente a las amenazas a la estabilidad financiera", remachó. Y en este sentido defendió que la Fed mantenga una mentalidad flexible y abierta.

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