Cada pigmento, a su aire
Los infrarrojos, que permiten analizar una pintura en profundidad para descubrir el dibujo subyacente y los llamados arrepentimientos, acaban de proporcionar a los expertos barceloneses una agradable sorpresa, descubriendo la fecha y la firma de un pintor flamenco menor, debajo de las pinceladas restauradoras de una tela que les ha traído un coleccionista. "La firma pertenece a Gaspar Smitz y los pigmentos corresponden a los que se utilizaban en los Países Bajos en 1683, el año que aparece en la pintura", indica López-Gil. "Cada pigmento envejece a su manera, por tanto craquela de forma diferente... No es difícil darse cuenta si una pintura ha sido envejecida artificialmente en el microondas", añade Ruiz. Fue en este laboratorio barcelonés donde el galerista Manuel Barbié llevó a analizar el óleo Composition colorée de Alexandra Exter, cuya autenticidad fue puesta en duda por William Cole, el experto encargado por la feria madrileña Feriarte de verificar las obras de la vanguardia rusa. Cole rechazó esa obra y otras pinturas, así que Barbié pidió que el lienzo fuera sometido a un posterior estudio de los pigmentos, que fueron fechados entre 1907 y 1926.