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Munilla busca en Guipúzcoa a su equipo para la diócesis de San Sebastián

Bono: "El nuevo obispo es muy de derechas, contrario a cualquier progresismo"

El País

Ansioso de que el foco de la actualidad deje de estar puesto en su figura, el nuevo obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, sabe que la elección de su equipo para dirigir la diócesis de la capital guipuzcoana será mirada con lupa después de que el equipo de su antecesor, Juan María Uriarte, se fuera en bloque ante su llegada. Su entorno asegura que, en principio, el prelado buscará en Guipúzcoa a las personas en las cuales se apoyará para ganarse a un clero que rechazó con contundencia su llegada.

"Va a buscar a gente de aquí, como es normal", asegura una de las personas de su equipo, que afirma que alguno de los nombres podría estar decidido. "Y es guipuzcoano", añade. No obstante, no está descartado que en algún caso puntual se recurra a gente ajena a la vida eclesial guipuzcoana "porque su perfil encaja" con las necesidades del cargo, añade esta persona del entorno del nuevo obispo.

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Los dos vicarios generales, Félix Azurmendi y Patxi Aizpitarte, comunicaron a Munilla su intención de abandonar los puestos que desempeñaron con Uriarte al frente de la Iglesia guipuzcoana. Además, se han marchado los responsables diocesanos de Economía, Religiosas, la secretaria general, el director de Cáritas y la jefa de prensa.

Munilla, por su parte, optó una vez más por restar importancia a la polémica y aseguró que el relevo de los vicarios generales estaba "totalmente consensuado". En una entrevista en la Cope, el prelado aseguró que es "falso" afirmar que los colaboradores dimitieron y le dejaron solo. Atribuyó al "proceder de la Iglesia" el hecho de que, cuando un obispo se jubila los vicarios generales "automáticamente" cesan en sus cargos. "Querían comenzar una nueva etapa en su vida, en la que preferían tener un año sabático para dedicarlo a los estudios", explicó el nuevo obispo. "Y yo les di mi visto bueno, entendía que habían terminado una etapa así lo pedían y yo les bendije", añadió. Munilla señaló también que su relación con Uriarte ha sido "muy buena" y que ambos hablaron durante "más de 20 horas para transmitir todo lo que hay que transmitir en una diócesis". El nuevo obispo tiene previsto varios encuentros con los sacerdotes, religiosos y los consejos de gobierno de la iglesia.

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Por otro lado, el presidente del Congreso, el socialista José Bono, dijo que le consta que Munilla es un hombre "muy de derechas", "extremadamente conservador, muy contrario a cualquier planteamiento progresista", según le cuentan quienes fueron sus compañeros en el integrista seminario de Toledo. Además de ser vasco y no nacionalista, recordó, habla euskera. "Los que querían un obispo vasco ya lo tienen", añadió. Pero "eso no significa que tenga que ser ideológicamente coincidente con las tesis que han propugnado los obispos vascos" hasta ahora, concluyó.

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