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Educación renuncia a exigir un idioma extranjero a los profesores

La Xunta envía una carta a los docentes a dos días de la huelga en la eseñanza

En medio del gran debate suscitado en torno al decreto del gallego, la semana pasada se hizo pública una nueva arista del plan de la Xunta para desarrollar su modelo plurilingüe: exigir a los aspirantes a profesores en la enseñanza pública la acreditación del dominio de una lengua extranjera en las oposiciones. La Consellería de Educación ha tenido que dar marcha atrás pocos días después. Todos los sindicatos de profesores se le echaron encima argumentando que ni siquiera es la administración autonómica la competente para hacer estas exigencias. Julio Díaz Escalante, portavoz de ANPE, el sindicato más cercano al PP, explica que les aclararon que esta medida no se llevará a cabo.

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Una portavoz de Educación explicó la semana pasada a este periódico que la idea era pedir un certificado o hacer pruebas específicas en las oposiciones a la docencia pública, en lugar de valorar los idiomas extranjeros como méritos adicionales, como se viene haciendo hasta ahora. Ayer, sin embargo, matizó que "no hay nada cerrado" y que "se está estudiando". Varias fuentes sindicales, sin embargo, aseguran que se trata de "un error de alguien en la consellería", que hizo el anuncio precipitadamente. Técnicos del departamento recibieron la noticia sorprendidos, ya que aseguran que era una medida irrealizable. El problema es que el real decreto que determina las bases para entrar en la función pública no es competencia de las autonomías, sino del Gobierno central.

Los sindicatos descartan incluso que se pueda exigir acreditar el idioma mediante el máster de docencia que es necesario desde este curso para ser profesor de instituto ya que "discriminaría a quienes tengan el CAP [el antiguo Curso de Adaptación Pedagógica], que no requería conocer lenguas extranjeras".La Xunta se cuidó anteayer mucho de no elevar el tono en su respuesta al durísimo informe de la Real Academia Galega sobre el borrador del decreto. Sin embargo, el conselleiro de Cultura mostró menos prudencia. Para Roberto Varela, el texto que califica los propósitos del Gobierno de "legalmente dudosos" contiene "elementos erróneos". "La Academia defiende inquietudes y sensibilidades contrarias a la opinión de la mayoría de los gallegos", añadió, antes de dictaminar que "el gallego no está en peligro en absoluto". Para el conselleiro, informa Paola Obelleiro, es necesario incrementar cuanto antes el aprendizaje del inglés en las clases y no sólo como una asignatura de lengua extranjera. "Dudo que haya gente en contra", insistió.

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También ayer, 20 días después de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunciase las bases del nuevo decreto y dos antes de la huelga convocada en la enseñanza, los profesores recibieron un correo electrónico de la Consellería de Educación con este borrador y una explicación de su contenido. Les intenta tranquilizar: "Conviene tener muy presente que somos realistas y que sabemos que la impartición de una parte de las materias y de las horas semanales en lengua(s) extranjera(s) no se puede implantar de golpe sin tener en cuenta la indudable importancia del profesorado [...] La Administración educativa va a hacer el máximo esfuerzo para que los centros educativos y el profesorado se incorporen de manera progresiva, gradual y voluntaria a la enseñanza plurilingüe. Mientras tanto, cada centro asignará de manera equilibrada en gallego y castellano". Esta misiva virtual es la primera comunicación del departamento de Jesús Vázquez con el profesorado. La consellería ha mantenido, hasta ahora, a los docentes al margen de la regulación de las lenguas en la enseñanza.

La carta llegaba el mismo día en que el conselleiro de Educación y el secretario general de Política Lingüística, Anxo Lorenzo, se reunieron con los sindicatos de la enseñanza para conocer sus pegas a las bases del borrador. Escucharon las de todos, incluido ANPE, que planteó su rechazo a alguna de las líneas maestras del documento. "Van a tener que dejar cerradas qué asignaturas son en gallego y cuáles en castellano, ahí no pueden decidir los padres. También deben establecer que los niños tengan que hablar al profesor en la lengua en la que se imparta la asignatura y que las familias no sean parte de los equipos de dinamización, eso es cosa de los profesionales", explicó

Julio Díaz Escalante.

La CIG, central mayoritaria entre los profesores, confirmó, en palabras de su portavoz de Educación, Anxo Louzao, que "la consellería realiza una cruzada contra el gallego". Además de censurar la ausencia en el "trámite de audiencia" de la Asociación Sicopedagóxica, Nova Escola Galega o las organizaciones estudiantiles, sí representadas en el Consello Escolar de Galicia, Louzao aseguró que a su sindicato sólo les vale "la retirada de las bases y el regreso al consenso". Pero la definición de consenso de la CIG resulta clara y concreta: el Plan de Normalización de 2004 y el decreto del gallego vigente. El Sindicato de Traballadores do Ensino, igualmente nacionalista, afirmó que las intenciones del departamento gubernamental desembocan en "un decreto no pensado para la mayoría de la población".

Los otros dos sindicatos no nacionalistas, UGT y CC OO, manifestaron varios puntos de discordia con Educación. Piden, como elementos fundamentales, discriminación positiva para el gallego, que los padres no puedan decidir el idioma de las asignaturas y que haya un gran consenso a la hora de aprobar la norma. Según el responsable de Ensino Público de UGT, Raúl Gómez, su organización no admitirá una rebaja del mínimo de asignaturas en gallego todavía vigente ni que la opinión de los padres resulte vinculante

Las organizaciones estudiantiles y juveniles también se sumaron al numeroso coro de descontentos con el proceder de la consellería. En un acto conjunto, convocado bajo el paraguas de la plataforma Queremos Galego, Xuventudes Socialistas, Galiza Nova, Comités, Iniciativa Estudantil Galega y las juventudes de Esquerda Unida lamentaron que la Xunta atendiese a "colectivos marginales y radicales como la Mesa por la Libertad Lingüística y no a las agrupaciones estudiantiles". Lo que calificaron de "mayor ataque al gallego de la historia de la Autonomía, desde la muerte de Franco" encontrará a los estudiantes en la calle el jueves, también a los de las universidades. La huelga convocada para mañana en la enseñanza obligatoria contará con el apoyo de los trabajadores de la Universidade de A Coruña, que se concentrarán en las facultades.

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