_
_
_
_
_
Reportaje:19ª jornada de Liga

"Me queda mucho fútbol por delante"

Después de seis años de lesiones, Vicente sigue luchando por ser el extremo de antes

Nadia Tronchoni

¿Cómo está Blanca?, le pregunta un aficionado en la ciudad deportiva del Valencia. "Bien, muy bien", le responde, con una media sonrisa casi imperceptible, Vicente Rodríguez (Valencia, 28 años). Andan carísimas las sonrisas del extremo zurdo. Sólo Blanca consigue arrancárselas fácilmente. Es su hija de 10 meses. La que le ha cambiado la vida, reconoce: "Soy más responsable. Salgo mucho menos que antes".

Vicente llega a la cita algo tarde, tras el entrenamiento y los masajes en una rodilla algo tocada. Y sin ganas. "No, no tengo muchas ganas de hablar", admite. El chico, que aún hoy parece maldecir el día en que se destrozó el tobillo en 2004, no quiere hablar de lesiones, ni de periodos de recuperación, ni de dolores. Volvió al equipo en la vuelta de la Copa contra el Deportivo, como titular y tras siete meses de baja. "Y me encontré mejor de lo que creía", afirma. La temporada pasada apenas participó en 16 partidos, sólo uno completo, y tres como titular. Y aún así, anotó cinco goles.

Pero le pesan las críticas. Le duele la desconfianza. Tras aquella lesión de tobillo, encadenó una lesión tras otra. Cerró 2009 sin debutar en la Liga. El run run le persigue, sobre todo desde que criticó la labor del anterior médico del club. En el Valencia insinuaron que sus dolencias tenían un origen psicológico. "Tengo la conciencia tranquila", señala. Sus lesiones, asegura, "han sido reales". ¿Cómo ha pasado estos últimos meses? "Es un poco triste, porque no puedes entrenarte, ni jugar. Estás apartado de los compañeros. Si además, hay personas que encima dudan de tu profesionalidad... es un poco lamentable".

¿Y ha llegado a tener miedo? "No. Nunca. Nunca he tenido miedo a nada. En todos los años que he jugado en Primera, en mis años en Segunda y en juveniles, nunca he tenido miedo a ningún encontronazo, ni a ningún choque". El cuerpo de Vicente, pese a todo, ha cambiado. Sus piernas han cambiado. Ahora hay más músculo. "Hice más horas de gimnasio", reconoce. "Aunque ésta es mi décima temporada. Y cuando eres más joven el cuerpo es más fino, menos pesado. A medida que pasan los años coges peso. Y puede que tenga más masa muscular". Su juego, basado en el desborde y la explosividad, cree, sin embargo, que no ha cambiado: "Sigo siendo el mismo jugador que antes, aunque las lesiones y la falta de ritmo me perjudican. Y la lesión de tobillo, quiera o no, frenó mi progresión".

Lo dice con resignación. Con tristeza. ¿Ha perdido la ilusión? "En el fútbol siempre te llevas desengaños, tristezas... No, no he perdido la ilusión. La tengo intacta. Tengo la misma ilusión que cuando empecé a jugar al fútbol", afirma. Sobre su futuro, espera cumplir su contrato con el Valencia, hasta 2011. "Soy muy joven. Me quedan cinco o seis años de juego, me queda mucho fútbol por delante. Después, no sé qué haré".

Vicente, en un entrenamiento.
Vicente, en un entrenamiento.JOSÉ JORDÁN

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_