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La amenaza integrista

La ONU recomienda excluir a los insurgentes moderados de la lista de terroristas

El enviado especial de Naciones Unidas en Afganistán, Kai Eide, pidió ayer a las autoridades afganas que eliminen de la lista de terroristas a algunos líderes talibanes, como primer paso hacia la apertura de negociaciones con los insurgentes. Eide también instó al Ejército estadounidense a que acelere la revisión de la situación de unos 750 detenidos en sus prisiones militares en Afganistán, otro de los principales motivos de quejas por parte de los talibanes.

Eide espera que las dos iniciativas puedan allanar el camino para que se abran negociaciones directas entre las autoridades afganas y los líderes talibanes, muchos de los cuales se han refugiado en Pakistán. "Si se quieren resultados, hace falta hablar con personas con autoridad. Creo que ha llegado el momento de hacerlo", dijo Eide. Sus declaraciones llegan como el último de una serie de esfuerzos para intentar atar al movimiento talibán con medios diplomáticos y políticos.

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Además, Estados Unidos, la OTAN y el Gobierno afgano están preparando un ambicioso plan para persuadir a los combatientes afganos de que dejen las armas a cambio de instrucción y trabajo. El programa, que costará centenares de millones de euros, será el jueves el centro de la conferencia de Londres sobre Afganistán.

El objetivo es intentar convencer a la base de la jerarquía talibán, a los soldados rasos, más susceptibles ante la promesa de dinero y trabajo. Algo parecido a lo que se hizo en Irak, entre 2007 y 2008, cuando unos 30.000 miembros de la minoría suní -entre ellos muchos ex combatientes- pasaron a prestar servicio a los estadounidenses.

El ex viceministro talibán Arsalan Rahmani valoró la posibilidad de la revisión de la llamada lista negra de la ONU -incluyen los nombres de 144 talibanes, entre ellos el del líder del movimiento, el mulá Mohamed Omar, y 257 miembros de Al Qaeda-, ya que "permitirían la comparecencia de los talibanes en público". La resolución 1.267 de la ONU obliga a los Gobiernos a congelar las cuentas bancarias de los individuos incluidos en ese listado para evitar que puedan viajar. Es el Gobierno afgano el que tiene que pedir que sean eliminados de la lista negra.

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Eide explicó que no cree que el clérigo Omar sea uno de los nombres que puedan ser borrados de esta lista. Algo que el enviado especial de Estados Unidos en Pakistán y Afganistán, Richard Holbrooke, descartó la semana pasada cuando comentó la posibilidad de revisar el listado de los terroristas. "No puedo imaginar cómo se justificaría una decisión parecida y no sé de nadie que lo haya propuesto", afirmó. Holbrooke se mostró, en cambio, a favor de "revisar la lista caso por caso, para ver si alguien se encuentra ahí por error y pueda ser borrado de la lista, o bien haya muerto".

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