Un congreso "ejemplo de democracia" con denuncias
La campaña más sucia que se recuerda en la historia del PP de Ourense -según reiteró durante este mes el candidato oficialista, Juan Manuel Jiménez- fue definida ayer por el presidente del partido en Galicia, Alberto Núñez Feijóo, como un "ejemplo de democracia interna". Una vez proclamado presidente el hijo de Baltar, el líder gallego del PP interpretó la cruenta batalla vivida entre los dos sectores provinciales como el reflejo de un partido "que no tiene miedo a hablar y dice lo que piensa". Después calificó al PP orensano de "modélico y ejemplar".
El congreso "de la democracia interna" estuvo vigilado por observadores enviados por Rajoy y por el propio Feijóo y tuvo que impedirse el voto de 11 compromisarios porque ni siquiera eran militantes del partido. Además, los compromisarios de A Bola elegidos en la sede local presentaron impugnación porque fueron avalados otros elegidos fuera de plazo en un bar del pueblo. Entre ellos figuraban algunos candidatos de la lista de las municipales del BNG.
El secretario del PP gallego, Alfonso Rueda, apeló vagamente a la "tensión y circunstancias" que "tendrían que producirse de otra forma", pero acabó definiendo el PP orensano como un partido unido. "Ni dividido ni débil; la oposición tiene enfrente a un partido unido", sentenció. Unos minutos antes Diego Calvo, el número dos del PP en A Coruña, ya había advertido: "Que se echen a temblar PSOE y BNG de Ourense, van a desaparecer".
