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Otros tiempos y las lecciones para el futuro

Los tiempos han cambiado desde el inicio del procedimiento zanjado definitivamente por el Tribunal Supremo, y con ellos el PP. Pero este partido no pudo sumarse ayer a la satisfacción del Gobierno, el PNV y el PSE por la sentencia del Supremo, ya que fue parte activa en el inicio del procedimiento contra los hoy lehendakari, Patxi López, y titular de Interior, Rodolfo Ares.

En 2006 fueron su entonces secretario general, Carmelo Barrio, y su portavoz parlamentario, Leopoldo Barreda, quienes llevaron a la Fiscalía la reunión de ambos con los dirigentes de la ilegalizada Batasuna. "Que algo no sea ilegal o ni constituya delito no quiere decir que sea procedente o decente", dijo ayer Antonio Basagoiti, presidente de los populares vascos.

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En términos similares se expresó la presidenta del Parlamento, la también popular Arantza Quiroga, al señalar que una cosa es la legalidad y otra "la moral". Basagoiti insistió en que aquellas conversaciones "sólo sirvieron para dar más alimento y más aire" a la izquierda abertzale ilegalizada.

La portavoz del Gobierno, Idoia Mendia, no quiso enjuiciar sus palabras ni tampoco cargar las tintas sobre aquella actuación de sus hoy socios. "La sentencia del Supremo marca una jurisprudencia muy clara de la que debemos extraer lecciones para el futuro. Hay un antes y un después" de ese pronunciamiento, dijo, tras señalar que en la actualidad la etapa política es "diferente y el clima es distinto".

Sólo implícitamente sugirió que pudo haber por parte del PP un intento de obtener por vía judicial lo que no lograba con su oposición frontal al proceso de paz abierto por el PSE y el Gobierno central. "El poder judicial y los partidos tenemos que comprender que no se puede tratar de conseguir en los tribunales lo que no consigues en tu ámbito político", aseguró Mendia.

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La portavoz no tuvo respuesta a la pregunta de cómo se puede resarcir a una sociedad sometida largo tiempo a las convulsiones que provocaron, entre otras cosas, las actuaciones judiciales ahora censuradas. "Se produjo en circunstancias y en un clima muy especiales", sostuvo, en un intento de pasar página de aquella etapa. "Como consejera de Justicia", añadió, "he tratado de marcar un antes y un después en el respeto mutuo con los tribunales".

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