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Análisis:La primera crisis del euro
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

¿Cómo ayudar a Atenas?

José Carlos Díez

Europa aspira a ser un contrapeso de poder global entre EE UU y China pero, de nuevo, la crisis Griega y el efecto contagio pone en cuestión su credibilidad internacional. El G-7, el pasado fin de semana, ha sido la escenificación de que los tiempos de vino y rosas de la coordinación de políticas globales pasaron y ahora todos luchan por colocar su deuda pública al menor coste posible, por lo que los europeos tendremos que resolver nuestros problemas solos.

Grecia tiene un serio problema de credibilidad después de que el nuevo Gobierno tirase de la manta y aflorase un déficit público muy superior al declarado. Berlusconi en Italia y el propio Durão Barroso, hoy Presidente de la Comisión, en Portugal hicieron lo mismo y no por ello debemos condenar a la sociedad griega a las llamas purificadoras de la Inquisición, hoy representada por los mercados.

Una misión del FMI en Atenas sería la imagen del fracaso institucional de la Unión Europea
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Aunque la economía griega debe aplicar reformas de calado, para incrementar su productividad por hora trabajada, que está 40 puntos por debajo de la media europea, los griegos tienen una elevada necesidad de financiación a corto plazo y eso aumenta su vulnerabilidad financiera y hace que sean una presa fácil para la especulación.

El FMI tiene entre sus misiones asistir a países miembros en esta situación y apoyar a reestructurar su deuda con el fin de alargar sus vencimientos y dar la estabilidad financiera necesaria para que el crecimiento económico vuelva aflorar. Sin crecimiento, cualquier plan de estabilidad presupuestaria es una abstracción. El problema es que una misión del Fondo en Atenas sería la imagen del fracaso institucional de la UE. Eso es lo que tendrán que estudiar los jefes de estado de la Unión, especialmente Sarkozy y Merkel. Francia y Alemania se están viendo beneficiados a corto plazo tanto por la depreciación del euro, lo cual favorece sus exportaciones fuera del área, como por las tensiones en los mercados de deuda pública, ya que sus tesoros consiguen financiar sus déficit más barato y pueden tomar la misma posición que tomó el G-7. Sin embargo, a largo plazo, países sometidos a restricción financiera limitan el crecimiento potencial de la Eurozona y el juego puede volverse en su contra, pero ya sabemos que a largo plazo todos muertos. No se trata de dar limosna, ni de que el resto de contribuyentes europeos paguemos los errores cometidos por Grecia. Estamos hablando de apoyo financiero con el fin de alargar la duración de su deuda y siempre condicionada a que Grecia tome las medidas necesarias para hacer frente a sus compromisos financieros futuros.

También debemos seguir avanzando en la nueva regulación financiera con el fin de evitar errores pasados. Apostamos por la moneda única para evitar costes derivados de la volatilidad cambiaria y no tiene sentido que ahora permitamos que por medio de derivados financieros volvamos a las andadas. Europa fue secuestrada por Zeus y llevada a Grecia, pero eso es mitología.

José Carlos Díez es economista jefe de Intermoney.

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