La alcaldesa, de alquiler y el alcalde millonario
Las declaraciones de bienes y actividades de los diputados, por poco concretas que sean, deparan algunas sorpresas. Entre los alcaldes que son también parlamentarios, por ejemplo, el ciudadano descubre que la alcaldesa de Valencia vive en alquiler y que el alcalde de Torrevieja es millonario.
- Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia, no tiene bienes inmobiliarios. Dispone de cuentas corrientes y planes de pensiones por 295.000 euros y tiene un automóvil Lancia Delta de hace 21 años. Paga un préstamo de 12.000 euros.
- Pedro Hernández Mateo, alcalde de Torrevieja, del PP,
posee una vivienda compartida de 94.939 euros de valor catastral, un inmueble rústico de 310.435 euros de valor catastral, un turismo Volkswagen y un capital de más de un millón de euros en sus cuentas corrientes (concretamente, 1.085.000 euros).
- Luis Díaz Alperi, ex alcalde de Alicante, no tiene propiedades inmobiliarias, pero declara 644.000 euros en "bienes y derechos de naturaleza no inmobiliaria" sin especificar qué cantidades corresponden a coches, cuentas bancarias, créditos reclamables, acciones de la sociedad Andarx Business, SL, u otros bienes. Está pagando créditos por 260.000 euros.
- Alberto Fabra, alcalde de Castellón, es una excepción entre los diputados del PP porque especifica qué tipo de bienes posee y dónde están, así como el valor de cada uno. Así, comparte la propiedad de un apartamento en Benicàssim y otro en Puertomingalvo (Teruel), y una vivienda con plaza de garaje en Castellón. Todo por un valor catastral de 255.374 euros. Tiene un BMW de hace seis años y 18.000 euros en sus cuentas corrientes. Paga un préstamo hipotecario de 331.000 euros.
- Joaquim Puig, alcalde socialista de Morella, no declara vivienda. Posee el 17% de un local en la Ciudad del Transporte, en Castellón, tiene un Ford Focus y acciones de la empresa Pecsa, editora del diario Mediterráneo, por valor de 122.669 euros, otros 6.000 euros en acciones de la Llibreria Babel, 4.000 euros en cuentas corrientes y 5.800 en un plan de pensiones.
Como curiosidad, en la categoría de los diputados más pobres, destaca el caso del popular Rafael Ferraro, cuya declaración de bienes y actividades no refleja propiedad alguna, incluye 3.065 euros de saldo en sus cuentas bancarias y unas deudas de 445.794 euros.
