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Alemania planea un rescate bancario de Grecia con apoyo público

Papandreu ofrece medidas de ahorro adicionales a cambio del respaldo europeo

Grecia necesita ayuda y sus socios europeos debaten cómo dársela para no verse arrastrados en la caída, pero sin lastrar sus también maltrechos presupuestos. Ayer diversos medios, entre ellos el británico Financial Times y el griego Ta Néa, informaron de que el Gobierno de Angela Merkel baraja ofrecer garantías a los bancos privados alemanes para que compren deuda griega. Las garantías quedarían a cargo del banco público de desarrollo KfW. El ministerio de Hacienda negó que Alemania haya tomado una decisión definitiva sobre su ayuda a Grecia.

Algunos medios alemanes iban más allá, al apuntar, citando fuentes parlamentarias, que el ministro de Hacienda, Wolfgang Schäuble, prepara incluir esos avales en los presupuestos de 2010. Este extremo quedó ayer desmentido como "mera especulación" por el portavoz ministerial, Michael Offer, que recordó además que "la meta política del Gobierno es no tener que ayudar a Grecia".

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El primer ministro griego, Yorgos Papandreu, visitará a la canciller alemana el próximo viernes y al presidente de los EE UU, Barack Obama, el martes 9 de marzo. El viernes por la noche, Obama mantuvo una videoconferencia con la canciller Merkel y el primer ministro de Reino Unido, Gordon Brown, para tratar precisamente el caso griego. Tras la reunión, los portavoces de la Casa Blanca aseguraron que el presidente "está convencido de que la Unión Europea reaccionará bien ante esta crisis".

Horas antes, diversos bancos alemanes como el estatalizado Hypo Real Estate, el Commerzbank y el Postbank habían anunciado que no comprarán bonos griegos en la próxima oferta de deuda que se emitirá esta semana. Grecia espera obtener entre 3.000 y 5.000 millones de euros con estos bonos. Si el Gobierno alemán cubre los riesgos mediante el KfW, es probable que estos bancos reconsideren su decisión, según los citados medios.

Los bancos alemanes tienen decenas de miles de millones de euros en deuda griega (los más afectados tras los franceses y suizos), de modo que la bancarrota del socio mediterráneo dejaría temblando las finanzas alemanas. Además, cunde el miedo de que Grecia provoque una reacción en cadena que afecte a Italia y a España, importantes clientes de Alemania.

En medio de una agria discusión sobre el estado del bienestar en Alemania y a pocos meses de las elecciones en el importante Estado de Renania del Norte-Westfalia, los políticos alemanes son muy discretos respecto a las posibles ayudas a Grecia. Un rescate que incluya a la banca privada sería mucho más fácil de presentar ante el electorado alemán que ayudas directas que afecten a las finanzas públicas.

Llamada a Sarkozy

La reunión entre el presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann y el primer ministro griego, también el viernes, dio alas a las especulaciones sobre la inminencia de las medidas de rescate alemanas. Según Ta Néa, Papandreu y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, hablaron por teléfono sobre la participación del banco público francés Caisse des Dépôts en la operación. Papandreu ofreció a Sarkozy medidas de ahorro adicionales por 4.000 millones de euros. Esos ahorros adicionales, a los que aludió el Gobierno de Papandreu el viernes, serían la exigencia de sus socios para respaldar las emisiones de deuda griega.

El comisario de Economía de la Unión Euroepa, Olli Rehn, llega mañana a Atenas para otras consultas decisivas para la solución de la crisis del país cuna de la democracia.

La deuda de Grecia supera los 300.000 millones de euros. Su déficit alcanzó el 13% de su Producto Interior Bruto en 2009. El Gobierno del país quiere reducirlo al 9% en el año en curso, pero el miedo a la bancarrota ya ha afectado drásticamente al valor del euro y alentado masivas apuestas internacionales contra la moneda única.

La canciller alemana, Angela Merkel, en una sesión parlamentaria el pasado viernes.
La canciller alemana, Angela Merkel, en una sesión parlamentaria el pasado viernes.AP

Hacia un gobierno económico de la UE

Berlín y París trabajan en la propuesta de la canciller Angela Merkel para constituir un "gobierno económico" para la Unión Europea. Según adelantaba ayer el semanario Der Spiegel, los ministerios de Hacienda de ambos países redactaron una hoja estratégica para consolidar la colaboración entre los Estados de la Unión. La propuesta contempla ampliar las prerrogativas de la Comisión Europea cuando la política económica de sus socios "haga peligrar la buena marcha de la unión monetaria".

Según las regulaciones actuales, la Comisión Europea sólo envía advertencias a los socios cuando sus cuentas públicas se descontrolan. El objetivo de este aumento de la supervisión es evitar nuevas crisis como la griega preservando, según reza el documento, "la cohesión en la eurozona".

La propuesta, que ya está en manos del presidente del Eurogrupo Jean Claude Juncker, pide a los ministros de Hacienda que se tomen más tiempo para plantearse "las metas de una unión monetaria efectiva".

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