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López emplaza al PNV a olvidar el debate sobre un nuevo marco político

El 'lehendakari' repasa la gestión de su Gobierno como ejemplo "para unir al país"

Casi un año después de las últimas elecciones autonómicas, la propuesta de un nuevo marco político planea aún en el horizonte de la política vasca. El PNV la rescata hoy el palacio de convenciones BEC de Barakaldo. Patxi López se adelantó ayer. El lehendakari, en calidad de secretario general del PSE, emplazó a la primera fuerza de la oposición a dejar su debate sobre la superación del actual Estatuto y a preocuparse por las cosas que "interesan y afectan" a la sociedad. "Es el momento de que decida cuál es su compromiso con este país: si siguen a lo suyo, con sus intereses particulares, o si deciden colaborar", advirtió.

López lideró en el Palacio Euskalduna de Bilbao el primer comité nacional de su partido desde el último congreso. Con el objetivo de encender a los más de 200 asistentes, centró su discurso en desgastar la imagen del PNV. "¿Por qué no hablan nunca de educación, sanidad o servicios sociales?", se preguntó el lehendakari, quien acusó a los nacionalistas de "seguir con la cantinela de siempre, enredados en los asuntos que sólo a ellos les interesan". Acto seguido llegó su advertencia. "Acabará la legislatura y dirán que siguen liderando el país, pero estarán en el vagón de cola".

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Sin el glamour de las grandes ocasiones, su intervención no fue ofensiva. El secretario general de los socialistas vascos también se defendió y respondió a las críticas que apuntan hacia su falta de liderazgo y a la incapacidad del Ejecutivo que dirige de hacer frente a los problemas de la sociedad vasca. "Este Gobierno gobierna y lo hace para unir al país, no para dividirlo", afirmó, en clara contraposición al estilo que asocia al PNV. Así, enumeró los acuerdos, la iniciativa, el diálogo y la colaboración como los ingredientes básicos de su gestión.

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Con el viento a favor, López asentó ante los presentes los logros de su mandato. Resumió nueve meses en apenas unos segundos. Ante la alerta por ciclogénesis, recurrió a un fenómeno meteorológico para sintetizarlo. "Prometimos un cambio tranquilo y en ello estamos. Como el sirimiri, que no cesa", comparó. Después destacó la sintonía con las comunidades vecinas y las buenas relaciones mantenidas con el Gobierno central, "salvo en contadas excepciones". También hizo alarde de lenguaje. "Estamos recuperando la palabra y a cada cosa la llamamos por su nombre", indicó. "Asesinos a los terroristas y crisis a lo que no era ni recesión".

El lehendakari quiso predicar con el ejemplo de abordar los problemas reales de los ciudadanos y se adentró en un profundo discurso económico en el que repasó las medidas contra la crisis adoptadas por su Gabinete. "Más de 350 empresas se han reordenado con el consecuente beneficio para 25.000 trabajadores, hemos puesto en marcha los planes renove y buscado nuevos nichos de mercado como el de los vehículos eléctricos", enumeró. Adelantó, sin embargo, que 2010 "será todavía un año duro" y avisó de que Euskadi "necesita reformas más profundas", cuyas bases ya se han asentado.

López avanzó que la próxima semana se constituirá el consejo de expertos en temas socioeconómicos y que dentro de un mes viajará a Brasil con destacados empresarios vascos para estudiar la posibilidad de estrechar lazos con nuevos mercados. "Tenemos gente seria en este país y junto a ella, sin necesidad de pedirles el carné del partido, vamos a ser capaces de definir las mejoras propuestas para combatir nuestros problemas", consideró. Más allá, cuestionó ante el auditorio "si el modelo actual ha tocado techo o si será sostenible en adelante".

Como propuesta de futuro, el lehendakari insistió en la necesidad de un "contrato social" entre vascos que tenga como base la "corresponsabilidad". En este sentido, se marcó como reto mejorar la eficacia de las estructuras públicas. En lo referente a economía, educación y sanidad, entre otros sectores. "No podemos tener servicios suecos con impuestos africanos", apuntó convencido. Y por ello abogó por "abrir un debate sereno sobre el modelo tributario".

El cierre de su intervención se lo dedicó a los militantes. Les animó a criticar los errores del Gobierno, como "la mejor forma de mejorar", y a recabar el apoyo de "los progresistas de Euskadi que no son del PSE". Por último, fijó el horizonte en los comicios municipales de 2011 e informó sobre la constitución "inminente" del comité de campaña electoral. "Sé que el año que viene los cargos públicos socialistas seremos más", vaticinó. El público respondió con aplausos.

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