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Delta 0 dejó su puesto para evaluar el fuego de Horta

Los bomberos del ministerio aseguran que avisaron de su partida

Jesús García Bueno

Carles Font, un bombero que parece sacado de un cuadro de El Greco, llegó al Parlament con la mirada ausente y agobiado por los flashes. "Me he sentido juzgado públicamente con mentiras y medias verdades", dijo a los diputados de la comisión de Horta de Sant Joan. La comparecencia de Font, que ejercía como Delta 0 (jefe de guardia) el día de la tragedia, era la más esperada. Font se defendió de las críticas que ha oído durante los últimos meses sobre su supuesta dejadez de funciones en el momento más crítico, cuando el fuego se desbocó y atrapó mortalmente a cinco miembros de los Graf, los bomberos de élite de la Generalitat.

Font aseguró que se mantuvo "activo" todo el tiempo. Pasadas las tres de la tarde, el fuerte viento hizo que un incendio que iba camino de controlarse se desbocara y superara todas las previsiones del operativo, admitió. "Estábamos ante un nuevo incendio conducido por el viento. El fuego superó nuestras posiciones y capacidad de extinción". Era necesario cambiar de estrategia. Y, dado que desde el punto en el que se encontraba no tenía perspectiva del frente de avance, Delta 0 decidió desplazarse. Por entonces, los bomberos habían anunciado que estaban en zona segura y el fuego se dirigía hacia el municipio de Horta, y no hacía ellos.

"Me he sentido juzgado con mentiras", afirma el jefe de guardia
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Font tomó la carretera de Prat de Comte. Calculó que el frente llegaría allí en media hora, pidió información meteorológica y requirió más medios. Él mismo quedó entonces aislado y lo comunicó a la sala de Bellaterra. "Dos vecinos nos pidieron rescatar a unas personas que pasaban el día en una masía". ¿Era necesario que el jefe del operativo se encargase de esa operación? Font defendió que sí: "Eran momentos difíciles y nadie más podía hacerlo: todos los efectivos habían quedado al otro lado del fuego".

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Delta 0 admitió que no le informaron ni de la evacuación de las brigadas del Ministerio de Medio Ambiente (BRIF) ni, al principio, de la muerte de los bomberos. La trágica noticia le llegó casi cuatro horas después, en el centro de mando avanzado de Horta. "Sentí dolor e impotencia y una fuerte conmoción". Azuzado por los grupos de la oposición, Font también admitió que en algún momento no respondió a las llamadas de algunos mandos del operativo. "Lo he pensado mucho, y era porque estaba ocupado", aseguró el jefe de guardia. Pero eso no es obstáculo, dijo, para que el dispositivo siguiera su curso porque "todo el mundo sabía perfectamente lo que tenía que hacer". "A toro pasado, todo es cuestionable", dijo.

Ante las explicaciones de lo que hizo, casi minuto a minuto, CiU y PP echaron el freno. A la salida, Font -que se confesó destrozado anímicamente en el Parlament y rompió a llorar- fue recibido con aplausos por cincuenta bomberos junto a la escalinata noble del Parlament. "Cada día me pregunto qué más podría haber hecho. Y no encuentro la respuesta".

Los miembros de las BRIF de Daroca (Aragón) que participaron en la extinción de Horta compartían la condición de villanos en la comisión. Hasta ayer, eran los que huyeron del fuego sin avisar, según denunció la semana pasada un mando de bomberos, que les acusó de salvar el cuello poniendo en riesgo el de los demás. Su jefe, Raúl Vicente -que también lloró al recordar a Josep Pallàs, el único graf de Lleida superviviente- rechazó de plano las acusaciones. "Me gustaría dejarlo claro: avisamos a los bomberos de que salíamos". Más aún: él mismo, explicó, trató de persuadir a los Graf de que "no se la jugaran" y se marcharan con ellos en los dos helicópteros habilitados. Los demás podrían haber sido evacuados, pero nadie lo pidió.

Vicente ordenó que sus 18 hombres abandonaran el macizo de Els Ports porque no lo vio claro. Pensó que la situación era de riesgo y, a su juicio, la zona segura de los bomberos no lo era. "Parecía un campo de futbito y debería haber tenido, al menos, 2.500 metros cuadrados. Creo que no sabían la magnitud de aquello, porque estaban tranquilos".

Más que información precisa ("la mayoría de las comunicaciones eran en catalán y no las entendíamos", dijo), Vicente se valió de su intuición y de una extrema prudencia. "Lo primero es la seguridad. Y si hay que volver al incendio, ya se volverá", explicó ante los diputados. Además, aunque el fuego estaba aún lejos, el peligro era real. "Estábamos atrapados como conejos". Si el fuego alcanzaba las copas de los árboles, insistió, habría sido "muy violento y peligroso". El técnico de las BRIF se explicó: "Si hay fuego abajo y tú estás arriba... Hasta mi abuelo sabe que el fuego sube".

Carles Font (Delta 0), de espaldas, recibe el calor de los bomberos tras su comparecencia en el Parlament.
Carles Font (Delta 0), de espaldas, recibe el calor de los bomberos tras su comparecencia en el Parlament.TEJEDERAS

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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