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La primera crisis del euro

Bruselas desconfía de que los países de la UE cumplan con sus planes de ajuste

La Comisión ve optimistas las previsiones de la mayoría y teme que el déficit sea mayor que el planeado - España debe acelerar las reformas y detallar las medidas

Andreu Missé

La Comisión Europea expresó ayer su alarma por el excesivo "optimismo" de la mayoría de los países de la UE en sus previsiones de crecimiento económico para 2011 y 2012. Bruselas teme que la realidad de un menor crecimiento impedirá a los países, entre ellos España, cumplir con las previsiones de reducción del desbocado déficit.

La Comisión presentó ayer las recomendaciones sobre los programas de estabilidad o convergencia de 14 países de la Unión, entre los que figuran los más importantes. En prácticamente todos los casos el análisis es el mismo: exceso de "optimismo". La petición más repetida es que los Estados deben precisar más sus medidas a tomar después de 2010 para sanear las cuentas públicas.

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La Comisión Europea considera que de una manera "general" para la mayoría de los 14 programas examinados, "las hipótesis de crecimiento subyacentes en las previsiones presupuestarias son juzgadas más bien optimistas, por lo que los resultados presupuestarios podrían revelarse menos buenos de lo previsto".

Bruselas teme que "en muchos casos la estrategia propuesta de saneamiento presupuestario no está suficientemente apoyada por medidas concretas a partir de 2011". El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, manifestó a través de un comunicado que "los principales riesgos proceden de hipótesis macroeconómicas ligeramente optimistas y del hecho de que las medidas de saneamiento no se han precisado".

Según la evaluación de los técnicos de la Comisión, con independencia de Grecia -que "no se puede comparar con ningún otro país"-, los que se encuentran en una situación más difícil son Irlanda, Reino Unido y Portugal, que ya no tienen ningún margen de maniobra.

Las dificultades de España son más parecidas a las de Francia, Italia y Bélgica. En el caso de España, la Comisión considera que el escenario previsto por el Gobierno "parece basado en un crecimiento ligeramente optimista en las previsiones de crecimiento del PIB para 2010 y marcadamente optimista para los años siguientes". La valoración de la Comisión destaca que "el recorrido previsto para la demanda interna será probablemente más apagado en los próximos años debido a la resistencia de los ajustes estructurales en curso, especialmente pero no sólo, el menor peso de la inversión en vivienda".

La Comisión considera que para hacer frente a la crisis, España debe "acelerar el ritmo de las reformas estructurales con el objetivo de apoyar el potencial de crecimiento". Las recomendaciones de la Comisión, que deberán ser aprobadas por el Consejo, señalan que "para España es importante comprometer reformas en las áreas de educación, competencia en servicios y electricidad, eficiencia en investigación y desarrollo y mercado de trabajo". Igualmente pide que "aplique reformas al sistema de pensiones", teniendo en cuenta su impacto en el gasto, y advierte del riesgo adicional generado por la actuación de los Gobierno regionales.

Las recomendaciones advierten también de que "la trayectoria del ajuste después de 2010 necesita ser desarrollada con mayor detalle en términos de medidas concretas".

En relación al ritmo en que deben efectuarse los ajustes, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, en su comparecencia en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso, admitió que "España no será el primero de la clase ni el campeón en la reducción del déficit". Fuentes de su departamento indicaron "que ya se está trabajando en la elaboración de medidas que en parte están pendientes de las conversaciones con las autonomías y los ayuntamientos". Las medidas podrían estar listas en unas semanas.

En el caso de Alemania, la Comisión insiste también en que la consolidación a partir de 2011 "tampoco se apoya en medidas concretas" y muestra su preocupación por la "aplicación de nuevos recortes fiscales previstos por la nueva coalición del Gobierno".

En el caso de Reino Unido, Bruselas exige que adopte más acciones para recortar el déficit, que superará el 12% en 2010- 2011, por estimar que "el programa de convergencia no es suficientemente ambicioso".

Las críticas a España

- Reducción del déficit. La actualización del programa de estabilidad de España persigue reducir a toda velocidad el déficit público, del 11,4% del PIB en 2009 al 3% en 2013, con la deuda pública en rápida progresión.

- Inconcreción y optimismo. El plan del Gobierno, presentado en un momento de debilidad en los mercados internacionales, ha recibido dos grandes críticas. Apenas hay medidas concretas, según el BCE. Además, el Gobierno concede que el PIB caerá el 0,3% este año, pero aventura que el crecimiento será del 1,8% en 2011 y en torno al 3% en 2012 y 2013, ante el escepticismo de la UE y de la mayoría de los expertos.

El "optimismo" a partir de 2011, se extiende a la posición fiscal: tanto al recorte del gasto como al incremento previsto de los ingresos.

- Deuda. La Comisión Europea espera que la deuda pública, que estaba por debajo del 40% del PIB en 2008, se dispare hasta el 74% del PIB en 2013. Y reclama medidas que mejoren el sistema de pensiones y, en general, la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas.

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