La incompatibilidad de un consejero
Francesc Signes ofreció ayer un dato significativo. Recordó que el 6 de octubre de 2009 solicitó a media docena de consejerías la documentación de las adjudicaciones a la empresa Sedesa. Posteriormente, en un pleno de las Cortes, preguntó al propio consejero Juan Cotino si había tomado decisiones que afectasen a las empresas de su familia y éste le respondió que había delegado las competencias de contratación. Lo que no dijo, y reveló ayer el diputado socialista, es que esa delegación se produjo el 14 de octubre, ocho días después. "Lo hizo después de que yo pidiera los expedientes", comentó Signes.
Pese a que Cotino ha ocupado departamentos como Agricultura, Bienestar Social y ahora Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, en los que la empresa de su familia tiene intereses, Luna no cree necesario plantear ninguna reforma del régimen de compatibilidades si la Generalitat no vulnerase los derechos de los diputados a acceder a los contratos. "Si Francisco Camps considera que despejar la sospecha es más contraproducente que mantenerla", señaló Luna, "es que no se ha actuado con arreglo a la ley". "Tengo el presentimiento", añadió Signes, "de que son Medio Ambiente y Sanidad las que han abocado al resto de consejerías a una estrategia de opacidad coordinada".
"Esto no va a quedar así", concluyó Luna. "Ya puede lanzar Cotino miserables exabruptos para desviar la atención sobre el verdadero problema: la colección de tratos de favor que ha recibido su empresa familiar por parte de la Generalitat".