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Marín promete consenso para dirigir los medios, entre críticas de CiU y PP

Enric Marín defendió ayer su idoneidad como presidente de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), comprometiéndose a buscar "el máximo consenso" dentro del organismo que controla los medios públicos. No fue un día fácil para Marín, que acudía al Parlament envuelto en la polémica que ha supuesto su designación como presidente de la CCMA tras la marcha de Albert Sáez. Marín debía ser elegido por dos tercios de los votos de la Cámara, una cifra sólo alcanzable con el apoyo del tripartito y de CiU. En plena refriega preelectoral, el Gobierno quiso zanjar el asunto cuanto antes y aprobó un decreto ley que permite elegir al presidente por mayoría absoluta, evitando así un posible bloqueo de CiU.

TV-3 suspende el documental 'Monarquia o república?'

La oposición se presentó al examen de Marín dispuesta a suspenderle sin escuchar sus preguntas. El candidato se esforzó: prometió buscar "el máximo consenso" en las decisiones que afecten a los medios públicos y expuso su currículum en el mundo académico para justificar su idoneidad. La segunda parte de su discurso la dedicó a hacer un diagnóstico de la salud de los medios públicos: alertó de que viven "un momento crítico" por el cambio de modelo y la adaptación a la era digital.

CiU y el PP hicieron oídos sordos a la llamada al consenso de Marín. Criticaron desde el primer minuto su candidatura y sobre todo al Gobierno, al que acusan de practicar "una cacicada" por haber promulgado un decreto ley para poder elegir a Marín sin el beneplácito de CiU. "Usted entra a golpe de decreto", le espetó Joana Ortega, diputada de CiU, que acusó al tripartito de tener "tics autoritarios" y actuar con "cobardía política y filibusterismo". Marín también recibió reproches por su actuación como secretario de Comunicación de la Generalitat cuando denegó la presencia de cámaras en la zona derrumbada del barrio barcelonés del Carmel. "Fue el responsable de las limitaciones y la censura", arrolló Ortega. Los partidos que forman el Gobierno defendieron el currículum de Marín y acusaron a la oposición de querer dominar los medios públicos. Joan Ferran, diputado del PSC, clamó contra CiU porque, dijo, "no ha interiorizado que ya se ha acabado la época en la que los presidentes de la CCMA se elegían a dedo".

Marín se mostró muy orgulloso de su época como secretario de Comunicación de la Generalitat y conminó a los diputados a conocer "cuánto hay de mito y cuánto de realidad" en su actuación en el caso del Carmel. Y tranquilizó: no piensa actuar con autoritarismo si es elegido presidente de la CCMA, un trámite que superará la semana que viene en el pleno del Parlament: "Es imposible que haga cacicadas. La única función del presidente es construir consensos", concluyó.

La actuación de la CCMA en el último mes también se trató ayer en comisión. Mònica Terribas, directora de TV-3, anunció que la cadena ha suspendido provisionalmente la emisión de un documental para variar su enfoque. Monarquia o república? abordaba el debate entre las formas de Estado, aunque el resultado final no convence. "Se trata de un debate legítimo, pero la televisión pública debe plantearlo dando libertad al ciudadano", justificó Terribas. La directora de TV-3 también exigió libertad para sus profesionales y para ella misma, tras las críticas de las que fue víctima después de entrevistar al presidente José Montilla. "La presión se incrementa desde los partidos políticos sobre nosotros", avisó.

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