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Un rincón hernandiano en el olvido

El soto del río Segura en Orihuela dedicado al poeta está abandonado

En el año en el que se conmemora el centenario del nacimiento del poeta, Miguel Hernández, no es oro todo lo que reluce. En su ciudad natal, Orihuela, y en uno de los sotos del río Segura, que se recuperaron a principio de los noventa -precisamente en el dedicado al poeta-, la basura, los desperdicios y la maleza impiden ver los mosaicos dedicados al poeta del pueblo.

Moisés Cruz, miembro de la Plataforma Defensa de la Huerta, que reúne a un millar de vecinos de la comarca de La Vega Baja, lamenta que "nada más entrar vemos suciedad y escombros". Los senderos y los bancos se los ha comido la hierba, en el centro del soto el mosaico de azulejos dedicado a Miguel Hernández está medio roto.

"Los gamberros tiran botellas de cristal, y los azulejos están llenos de agujeros", se lamenta Cruz, que destaca la presencia de un colchón apoyado en uno de los árboles. Las palmeras están medio secas y sin podar, y un vertedero acumula televisores, escombros y sofás. "Es una pena que este soto, cercano a Orihuela y bien señalizado en el año del centenario cuando vienen muchos turistas, esté abandonado", se queja Moisés Cruz que ha querido denunciar públicamente esta situación de abandono total. En los mosaicos hay poemas de Hernández dedicados a variedades de árboles.

Junto al cauce del río Segura, cuando se acometieron las obras para suprimir los meandros en la década de los años noventa, se constituyó una serie de sotos, unas áreas de recreo. La dedicada a Miguel Hernández es el soto número 14.

Tras la denuncia pública de la Plataforma Salvemos la Huerta, ayer el comisario de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura, Manuel Aldeguer, admitió parte de culpa pero matizó que: "El Ayuntamiento, que dispone de servicio de recogida de basuras debería con cierta periodicidad mantener limpia la zona". No obstante, la próxima semana la CHS anuncia que una empresa se encargará de limpiar los escombros y la maleza, y una vez esté visitable pretenden hacer algún monumento o "algo alegórico al año hernandiano, para que la gente disfrute de este soto", dijo Aldeguer.

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