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Cambios en el mercado de trabajo

La patronal CEOE se echa atrás en su apoyo a la reforma laboral

Díaz Ferrán define la propuesta como "insuficiente" y "ambigua"

Manuel V. Gómez

En apenas 24 horas la patronal ha cambiado su postura respecto a la propuesta de reforma laboral que el Gobierno presentó el pasado lunes. El martes el documento era "un buen punto de partida", como lo definió el vicepresidente de la CEOE, Joan Rosell. Nada más oír estas palabras, el máximo dirigente de la organización, Gerardo Díaz Ferrán, las aplaudió: "Amén a todo lo dicho". El miércoles, en cambio, el mismo Díaz Ferrán viró. Afirmó que la patronal "no puede valorar positivamente" la propuesta de Trabajo. Y en un comunicado emitido por la CEOE la definió como "insuficiente y un tanto ambigua".

En la misma línea se manifestó el también vicepresidente de la patronal y responsable de la comisión de Relaciones Laborales, Santiago Herrero. La propuesta, dijo, "no se corresponde con la ambiciosa y profunda" reforma que necesita el mercado laboral español, informa Europa Press.

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Para los empresarios, "hay medidas necesarias que [ellos] han defendido y que no están incluidas o debidamente reflejadas". El comunicado oficial habla de sus reivindicaciones tradicionales en el diálogo social: reducción de cuotas sociales, control de la incapacidad temporal o flexibilidad interna en las empresas. Y critica "la introducción de rigideces" en algunos contratos, una referencia clara a los cambios que se proponen para estimular el trabajo a tiempo parcial.

A pesar de estas críticas, la CEOE cree "adecuado" que el Gobierno quiera hacer reformas en la línea de lo propuesto por el Banco de España, el FMI, la OCDE o la propia patronal. Toda una declaración de apoyo al esbozo de abaratamiento del despido que figura en la reforma laboral, algo que ayer negó el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho. No obstante añadió que su propuesta busca "explorar vías para aligerar el coste para las empresas sin reducir los derechos de los trabajadores".

Este repentino cambio de postura no es el primero dado por la patronal a lo largo de este proceso negociador. Ya en marzo el director de Relaciones Laborales de la CEOE habló de implantar en España un contrato sin derechos para jóvenes, y pocas horas después fue desautorizado por Díaz Ferrán.

En el seno de la propia dirección de la organización, alguno de sus miembros no tenía claro el porqué de este cambio y suponía que se debía a una lectura más detenida del documento, que la efectuada el día anterior.

La nueva postura de la patronal llevó ayer a Díaz Ferrán a mostrarse más pesimista que sindicatos y Gobierno con el calendario previsto para alcanzar un acuerdo. Al comienzo del proceso negociador, el pasado febrero, todas las partes creían que antes del 30 de abril podría estar listo el pacto. Desde el lunes, Trabajo y sindicatos no descartan que las negociaciones se adentren en mayo. Díaz Ferrán se fue más lejos al hablar de mayo o, un difuso, antes de verano.

Sobre la propuesta de que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) asuma parte de los costes de despido de los nuevos contratos de fomento del empleo indefinido (los que cuentan con una indemnización por despido de 33 días), Díaz Ferrán se expresó en la misma línea que los sindicatos. Según los agentes sociales, el Gobierno no ha explicitado su propuesta en la mesa de negociación y lo que se sabe en concreto de ella proviene de lo que el responsable del diálogo social, Alfonso Morón, contó ante los medios de comunicación a la salida de la reunión del pasado lunes.

Esta es la vía salomónica que Corbacho propone para "aligerar" el despido sin recortar los derechos de los trabajadores. La propuesta, "de carácter transitorio y excepcional", se basa en algo que ya contempla el Estatuto de los Trabajadores para empresas con menos de 25 trabajadores. Ahora el Fogasa ya asume el 40% de las indemnizaciones por despidos colectivos o procedentes individuales en este caso. Trabajo quiere abrir esta vía a todas las empresas y para los nuevos contratos de fomento de empleo indefinido.

En 2010, más de 35.000 empresas con menos de 25 trabajadores recurrieron al Fogasa para que le ayudara a pagar el despido de sus empleados. En total, por este concepto el organismo público tuvo que desembolsar 210 millones, casi tres veces más que el año anterior. Y no parece que en este ejercicio haya cambiado la tendencia. Según los datos del Ministerio de Trabajo, en enero y febrero el Fogasa ya ha desembolsado más de 37 millones frente a los 18 en el mismo periodo de 2009.

De salir adelante la propuesta del Ejecutivo, lógicamente este gasto podría multiplicarse. Así ahondaría en la brecha que hubo el año pasado entre los 470 millones de ingresos que obtuvo el Fogasa, procedentes de un 0,2% de las cotizaciones empresariales sobre el coste salarial de cada trabajador, y los gastos, 834 millones. La financiación de este desfase correría a cargo, como en 2009, de los excedentes con los que cuenta el organismo, unos 3.600 millones, acumulados durante la época de crecimiento.

La otra propuesta innovadora con la que el Gobierno ha sorprendido a propios y a extraños -y ha irritado, por la forma, a los sindicatos- es la de estudiar la adopción del modelo austriaco de despido. Uno de sus más firmes partidarios es el investigador de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada Florentino Felgueroso. Según defendió ayer el economista en un seminario organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica, la implantación de la vía austriaca llevaría implícita la adopción de un contrato único para que su aplicación fuera idónea.

En Austria, la indemnización por despido ha sido sustituida por la creación de un fondo individual para cada trabajador. Este fondo se nutre con la aportación empresarial de un 1,5% sobre el salario bruto y se pone a disposición del empleado cuando es despedido. Para que los empresarios aceptaran asumir este coste, Felgueroso cree que se pueden reducir las cotizaciones sociales en el mismo porcentaje que se destinaría al fondo.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se dirige a su escaño, ayer en el Congreso.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se dirige a su escaño, ayer en el Congreso.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Manuel V. Gómez
Es corresponsal en Bruselas. Ha desarrollado casi toda su carrera en la sección de Economía de EL PAÍS, donde se ha encargado entre 2008 y 2021 de seguir el mercado laboral español, el sistema de pensiones y el diálogo social. Licenciado en Historia por la Universitat de València, en 2006 cursó el master de periodismo UAM/EL PAÍS.

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