Cinco horas respondiendo preguntas
Garzón compareció durante cinco horas ante el instructor del Tribunal Supremo, una hora más que en su anterior comparecencia, y eso que esta vez su declaración fue grabada a instancias de su abogado defensor, Enrique Molina. "La declaración ha ido bien", afirmó el letrado después de que el juez abandonase, serio y sin comentarios, la sede del alto tribunal. Hizo su llegada a pie, posiblemente porque desde la Audiencia Nacional se tarda menos que en coche, pero a la salida sus escoltas le acompañaron al vehículo oficial para evitar problemas de seguridad.
A la salida, dos o tres madres de la Plaza de Mayo argentina profirieron gritos de apoyo al juez mientras sostenían una pancarta en la se podía leer: "Tapan la Gürtel juzgando a Garzón". Ante las cámaras, su abogado se mostró satisfecho del resultado de la comparecencia, porque "ha permitido al juez dar una correcta explicación" de los hechos y explicar algunos aspectos de las cartas "que quizá intencionadamente los acusadores habían olvidado".
Por otra parte, la Oficina de Comunicación del Tribunal Supremo anunció ayer que al no disponer de medios para atender adecuadamente al casi centenar de corresponsales extranjeros que han solicitado información sobre los procesos a Garzón, sólo entregará hoy una documentación escrita sobre los procesos contra aforados.
