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Almería autoriza la exhumación de un alcalde represaliado por la dictadura

El ex regidor de Cuevas de Almanzora yace en una fosa con otras 370 víctimas

Martín Márquez Navarro, alcalde de Cuevas del Almanzora (Almería) durante la II República, fue ejecutado el 30 de junio de 1939. Más de 70 años después, su familia ha sido la primera en Almería en recibir la autorización para buscar sus restos en la fosa común del cementerio de la capital en la que permanece junto a otros 370 represaliados almerienses.

"Estamos muy emocionados", dijo Manuela Márquez tras reunirse con el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador (PP), y recibir su visto bueno para buscar y exhumar el cuerpo de su abuelo. Su búsqueda, que dura ya más de siete años, empieza a dar sus frutos, puesto que las tareas para determinar con exactitud el lugar en el que se encuentra el cuerpo se iniciarán "de inmediato", según afirmó el comisario para la Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, Juan Gallo, durante el acto celebrado ayer en el cementerio municipal para honrar a Márquez.

La familia de Martín Márquez inició la búsqueda de los restos en 2003
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"Ha sido un camino largo, pero aquí estamos, con el permiso para poder sacarlo y darle un entierro digno, que es lo único que queremos". Márquez, que además de ser el último alcalde republicano de Cuevas fundó la UGT de su sección, fue apresado al término de la Guerra Civil, tres meses antes de que le fusilaran frente a la tapia del cementerio de Almería. "Con 13 años, mi padre vio como se lo llevaban preso. Ahí le perdió la pista". A sus 83 años, su hijo, Agustín Márquez, ve más cerca el momento de cumplir su deseo de que los restos de su padre reposen junto a los de su progenitora y los de un hermano que falleció a los 14 años. "Él nunca hablaba de mi abuelo. Le dolía mucho. Pero un día me senté con él, le pregunté y le aseguré que no pararía hasta encontrar a su padre". Así arrancaba la incansable búsqueda de Manuela, quien ya en 2003 empezó a tirar del hilo en los registros de distintas ciudades, hasta dar con el paradero de su abuelo en Almería, donde éste había sido registrado con un apellido erróneo. "Estuvimos entonces en el cementerio sentados sobre unas jardineras. Años después descubrimos que allí debajo estaba la fosa de mi abuelo. Se me pusieron los pelos de punta". Manuela llegó a trasladar su caso al Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas adscrito a la ONU.

Marcado por algunas sombras, entre ellas la instalación por el Ayuntamiento de un templete sobre la fosa en la que se sospechaba que se encontraba Márquez, el difícil proceso de búsqueda y recuperación de los restos emprendido por la familia podría acabar este mismo año, según apuntó Gallo. Márquez se convertiría así en el primer represaliado en ser exhumado en la provincia de Almería.

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