El detector de antimateria de la ISS se queda en tierra
Se retrasa la última misión científica del transbordador
Una remodelación estructural a última hora del detector de antimateria AMS, diseñado para funcionar en la Estación Espacial Internacional (ISS), ha obligado a retrasar su lanzamiento en un transbordador. Estaba previsto para el próximo julio y ahora no será antes de finales de año, lo que altera el plan de los vuelos de los últimos transbordadores. El imán avanzado del detector, cuyo sistema de refrigeración no funciona según las especificaciones, será sustituido por el imán que se utilizó en el prototipo en 1998. El AMS es un detector de siete toneladas, un experimento de partículas único en el programa de la ISS, en cuyo desarrollo se han invertido 1.500 millones de euros y 15 años de trabajo de unos 500 especialistas de 14 países, incluida España.
La remodelación se ha decidido teniendo en cuenta que la ampliación del plazo de explotación de la ISS más allá de 2015, decidida por Obama, permitirá, si se utiliza el imán antiguo, mantener el AMS activo durante más tiempo del previsto, según los responsables del proyecto. La misión tenía una vida útil planeada de tres años, pero al detectarse un consumo excesivo de helio refrigerante del imán avanzado, dicho plazo quedaría reducido a 20 meses como mucho. Este cambio de última hora, a pocas semanas del traslado del AMS a Florida para cargarlo en el Endeavour, se produce en un momento crítico del plan de misiones de la NASA, que iba a lanzar el AMS en el penúltimo transbordador.
El detector está diseñado para estudiar las fuentes de rayos cósmicos que pueden ser estrellas o supernovas u otros fenómenos hipotéticos como galaxias hechas de antimateria.
