El precedente del 'caso Filesa'
El radical apoyo de la Fiscalía del Supremo a las posiciones de la defensa de Baltasar Garzón y la contundente exigencia de nulidad del archivo de la causa pueden determinar que el instructor Luciano Varela espere al pronunciamiento en última instancia de la Sala Penal antes de decretar la apertura del juicio oral. Antes del escrito del fiscal, se consideraba inminente la apertura del juicio y la suspensión de funciones de Garzón.
El escrito del fiscal recuerda que es el propio Varela el que trae a colación en sus escritos el auto del Supremo del caso Filesa sobre financiación ilegal del PSOE. En aquella ocasión, al estar mal formulada la acusación del PP, el Tribunal Supremo "no proporcionó un plazo subsanatorio de defectos", sino que únicamente le permitió adherirse a la calificación del fiscal, "cosa muy distinta a la solución adoptada por el magistrado instructor" de la causa contra Garzón.
En aquel auto del año 1997 se dijo que el instructor tiene la posibilidad de "abrir o no el juicio", pero en modo alguno la de "suplantar o rectificar acusaciones inconsistentes o erróneas".
El fiscal critica también que Varela, además de señalar a Falange los defectos de su acusación, reaccione de la misma manera con Manos Limpias y le inste a que "mutile y autocensure" su acusación.
En definitiva, el fiscal requiere en primer lugar la "nulidad radical y de pleno derecho" de los escritos de acusación de Varela por haber prescindido de normas procesales esenciales, causando "indefensión" a Garzón. Pide después la retroacción de las actuaciones al momento posterior a la presentación de los primitivos escritos de acusación, para que a continuación "se tenga por precluido el trámite y plazo de calificación provisional y a la vista de sus escritos, se decrete el sobreseimiento".
